Guerra accionarial

Las hermanas Álvarez fuerzan a Dimas Gimeno a buscar otro comprador para el 5% de El Corte Inglés

Rechazan comprar ellas las acciones del holding IASA del expresidente de los grandes almacenes

Gimeno y su madre deben afrontar este año el pago de 70 millones de Impuesto de Sucesiones

El Corte Inglés retribución
Marta Álvarez, presidenta de El Corte Inglés.
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

El fin de la guerra accionarial que vive El Corte Inglés desde hace dos años no va a ser nada fácil. Las hermanas Marta y Cristina Álvarez, hijas de Isidoro Álvarez y accionistas mayoritarias de la compañía, han rechazado el ofrecimiento de su primo, el expresidente Dimas Gimeno, de venderles las acciones en el holding IASA a través de las que él y su madre controlan el 5% de El Corte Inglés, según fuentes conocedoras de la situación. Eso obliga a Gimeno a buscarse otro comprador, urgido por la necesidad de su familia de pagar en junio 70 millones aplazados en Impuesto de Donaciones.

IASA es un holding familiar que controla el 22,18% del capital del Corte Inglés. Las hermanas Álvarez heredaron un 69% de esta sociedad cuando falleció su padre adoptivo en 2014, Dimas (sobrino de Isidoro) recibió un 13%, su madre María Antonia Álvarez (hermana de Isidoro), un 9%, y el tercer hermano de Isidoro y tío de Marta, Cristina y Dimas, César Álvarez, otro 9%.

Hace algunos meses, Dimas Gimeno y su madre expresaron su deseo de desprenderse de sus acciones en IASA, que les confiere el control del 5% de El Corte Inglés; por el contrario, su tío César prefiere mantener las suyas. Al mismo tiempo, María Antonia Álvarez anunció la retirada de las querellas interpuestas contra sus sobrinas y la renuncia a recurrir las que ya tenían sentencia, como muestra de buena voluntad, según algunos, y ante las malas perspectivas judiciales tras haber sido repetidamente derrotada, según otras.

Hay que tener en cuenta un último elemento: Dimas Gimeno y su madre deben pagar en junio a la Hacienda madrileña 70 millones (40 él y 30 ella) en concepto de Impuesto de Sucesiones por la herencia de Isidoro. Ambos negociaron un período de carencia que vence ahora a cambio de pignorar sus acciones; es decir, si no pagan, el fisco se las embargará. De ahí la necesidad de venderlas antes de junio, aparte de que Gimeno necesita liquidez para sus inversiones en nuevos proyectos de retail a través de su vehículo Kapita.

Marta y Cristina rechazan comprar

Los estatutos de IASA establecen que tienen derecho preferente de compra los otros accionistas, el propio holding y El Corte Inglés. De ahí que Gimeno se haya dirigido en primer lugar a sus primas para venderles las acciones. Pero estas, en vez de negociar un precio, han rechazado la propuesta. «No tiene sentido que se gasten 100 millones o más para comprar unas acciones que no necesitan, porque ya tienen la mayoría de IASA y controlan El Corte Inglés», asegura una de las fuentes consultadas. Otra fuente añade que se habría podido negociar hace dos años, cuando Marta Álvarez venció en la guerra familiar y sustituyó a Gimeno como presidenta de los grandes almacenes, pero que ahora ya no le reporta ningún beneficio a ella.

Esta negativa obliga a Gimeno a buscar otro comprador, un ‘caballero blanco’. Si lo encuentra, las hermanas Álvarez se plantearán si ejercen o no su derecho preferente en función de quién sea el comprador, el precio que pague y cuáles sean sus intenciones. Pero esta búsqueda se antoja bastante complicada: lo que vende son acciones de IASA, no de El Corte Inglés, que suponen una participación minoritaria y sin derecho a asiento en el consejo de la empresa de distribución. Y además, debe hacerlo a contrarreloj.

Algunas de las fuentes señalan que «todo es cuestión de buscar el precio adecuado», aunque Gimeno y su madre necesitan conseguir más de los 70 millones que tienen que pagar a hacienda; si el precio es inferior, preferirían el embargo de las acciones, como es lógico. Otras fuentes no descartan que, finalmente, las hermanas Álvarez se sienten a negociar. En ese caso, de nuevo, el precio sería la clave.

Fuerte descuento frente a los 7.000 millones de 2015

Por tanto, en cualquier caso, el precio al que finalmente vendan Dimas Gimeno y María Antonia Álvarez -si es que consiguen vender- supondrá un fuerte descuento respecto a la valoración de 7.000 millones de El Corte Inglés que se utilizó para la venta del 10% del capital al jeque qatarí Al Thani en 2015. A ese precio, el 5% valdría 500 millones, una cifra impensable en la actualidad.

Hay que tener en cuenta que El Corte Inglés ha sufrido duros embates de la competencia (Ikea en muebles, Inditex en moda, Decathlon en deportes, las agencias online en viajes, etc.) en los últimos años y que ha tardado mucho en iniciar su digitalización, lo que le ha generado una imagen de cierta obsolescencia, especialmente entre el público más joven. A esto hay que unir la pandemia del covid, con el desastroso impacto en el comercio de los confinamientos, cierres perimetrales, toques de queda y demás medidas adoptadas por las administraciones.

Lo que sí ha podido vender Gimeno es un pequeño paquete de acciones que recibió a título individual como directivo de la compañía. El Corte Inglés tiene en marcha un programa de recompra de estas acciones de empleados y directivos con una valoración de hace años (aunque no ha trascendido si llega a los famosos 7.000 millones). El expresidente ha ingresado unos 2,5 millones con esta venta.

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