Gas Natural se juega casi 1.000 millones por la amenaza de expropiación de su filial colombiana

Gas Natural
El ex presidente de Gas Natural Fenosa, Salvador Gabarró. (Foto: EFE)

El Gobierno de Colombia estudia expropiar Electricaribe, la filial de Gas natural Fenosa en el país suramericano. La operación podría costarle a la compañía que preside Salvador Gabarró casi mil millones de euros.

Según la información publicada este jueves por El Economista, la Comisión Tercera del Parlamento colombiano, que se encarga de los asuntos económicos, ha solicitado al Gobierno que intervenga Electricaribe para evitar apagones allí donde presta servicio.

En concreto, el Gobierno colombiano exige a la filial de Gas Natural a invertir 630 millones de euros en infraestructuras para mejorar la calidad del servicio. Si a eso se le suma los 258 millones que a cierre de 205 aportó el negocio en Colombia al resultado bruto de explotación (Ebitda). En el primer semestre la aportación fue de 126 millones de euros, por lo que de mantenerse esta tendencia la aportación sería similar a la del año pasado.

Fuentes del sector energético aseguran que la intervención dañaría la imagen de Colombia como destino de inversiones extranjeras y sentaría un peligroso precedente de cara a otras posibles empresas españolas ya instaladas o susceptibles de implantación en dicho país.

Esas mismas fuentes aseguran que el presidente Juan Manuel Santos quiere «ocultar su propia irresponsabilidad» dando un golpe de efecto que frene su impopularidad ante el plebiscito que ha convocado para refrendar lo pactado con las FARC en las negociaciones de paz.

La empresa se justifica alegando que la legislación y las tarifas establecidas por la Administración no permiten que pueda desempeñar correctamente su labor ni ofrecer sus servicios con normalidad.

La compañía, que es responsable de la distribución de electricidad en la costa caribeña de Colombia, acumula pérdidas por morosidad y también por incumplimiento de obligaciones por parte del Ejecutivo de Santos. Los impagos por parte de la instituciones públicas son numerosos y han pasado factura a la filial.

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