Los fondos se lanzan a comprar tiendas de ‘todo a 100’ en EEUU ante el temor a un repunte inflacionario
La española Estela Capital es uno de los fondos que apuesta por estas cadenas de descuento al otro lado del Atlántico
Dollar Tree, Dollar General y Family Dollar se convierten en los favoritos en Estados Unidos ante la caída del poder adquisitivo de sus consumidores

Si quiere entender algo del estado financiero actual de los Estados Unidos de América, no tiene más que fijarse en las cadenas de ‘todo a 100’ americano, más conocido como el dollar store. Las estanterías de estos grandes almacenes están repletas de productos rebajados de todo tipo, desde una bolsa de patatas fritas o comida para gatos, hasta pequeños aparatos electrónicos.
En los últimos años, los gigantes de la inversión como Blackrock y Vanguard han elevado su apuesta por compañías como Dollar Tree y Dollar General, líderes en este negocio. Lo hacen porque el consumidor medio estadounidense, con los bolsillos en aprietos debido a la inflación, se ha decantado por la marca blanca o alternativas más baratas a sus productos de confianza.
La española Estela Capital, que aspira a gestionar 200 millones de activos a través de su vehículo inversor Estela Global Equities Fund, es uno de los fondos que ha apostado a lo largo por este modelo de negocio. Arnaud Laigre de Grainville, director de inversiones de Estela Capital, explica que el fondo se hizo con posiciones en ambas empresas al ver que, debido a un momento puntual de menor eficiencia, caía su valor. Momento que aprovecharon para adquirir acciones de estas compañías.
"Dollar Tree y Dollar General han colonizado al mercado estadounidense", afirma Grainville. Las dos compañías figuran entre los cuatro valores con mayor peso en la cartera del fondo, por encima del 8%, lo que equivale a una apuesta de alrededor de 16,8 millones en cada firma. El fondo ya veía valor en estas dos compañías, líderes en las cadenas de 'todo a 100', y apostó por ellas después de una caída en el valor de la compañía.
La pista fue la caída de la eficiencia operativa: en el momento de compra, sólo el 30% de los 20.000 establecimientos de Dollar General en EEUU y México funcionaban a niveles óptimos, mientras que el resto sufría escasez de personal y de existencias. Hoy, esa cifra se acerca al 60%, pero está lejos del objetivo deseado de Estela del 90%. "Es crucial entender el por qué una compañía de calidad cotiza a un valoración deprimida, y entender si es una situación coyuntural" ha matizado Grainville, acerca de su compra.
Aunque la demanda de la cadena de descuento ha ido acelerando desde la pandemia, el negocio de 'todo a 100' ha pasado apuros al cierre de 2024. Dollar General y Dollar Tree han recortado sus previsiones, y llevan algunos trimestres alertando de presiones a sus consumidores.
El detonante del éxito de estas cadenas, una desaceleración económica, también es su mayor enemigo. Y es que sus compradores habituales son considerados de renta baja (con ingresos de media de 35.000 dólares por hogar). Esto significa que sus clientes son muy vulnerables a las subidas de precios, la inflación, y el aumento de los costes en el comercio. Este cambio de hábitos también se ha trasladado a sus clientes más adinerados.
Otro factor es que los ingresos de sus principales clientes siguen cayendo en picado, mientras los precios siguen subiendo. Las acciones de Dollar General han bajado un 51% en el último año, ya que el gasto de los consumidores estadounidenses se ha resentido. Por su parte, Dollar Tree se ha desplomado en un 53% en el último año.
A pesar de esta tendencia adquisitiva, fondos como Estela Capita mantienen su apuesta. Estela Capital, que se autodefine como un fondo que apuesta a lo contrario de lo que está de moda en el mercado en este momento, sigue confiando en la rentabilidad de estos negocios a futuro. Este movimiento de inversión refleja unos Estados Unidos lejos del sueño americano, donde el consumidor tendrá los bolsillos más apretados ante las fuerzas económicas de una guerra comercial, lo que conlleva el riesgo de más inflación. Si sube un poco, afectará a los clientes y habrá sido una mala inversión, pero si se dispara, hará que las clases medias desciendan a este tipo de establecimientos y, por lo tanto, las ventas crecerán de manera exponencial.