El emperador está desnudo: el ‘Brexit’ no ha afectado a las condiciones financieras mundiales
Cuando los ciudadanos británicos aprobaron en referéndum la salida de Reino Unido de la Unión Europea (el famoso Brexit) un terremoto sacudió las Bolsas de todo el planeta y, desde entonces, los analistas incluyen este hecho como un factor de riesgo e incertidumbre para la evolución de los mercados globales. En la actualidad los índices bursátiles ya han recuperado lo perdido en aquella negra jornada y los peores presagios de los agoreros no se han producido.
Con la excepción de la caída de la libra no ha habido impactos notables que justificaran las alarmas. De hecho un reciente informe del banco financiero Lazard concluye de forma contundente: “el Brexit no ha afectado a las condiciones financieras mundiales”.
Y es que, aunque todavía es pronto para conocer las implicaciones que tendrá a medio y largo plazo la salida de Reino Unido de la UE, además de no afectar a las citadas condiciones mundiales “tampoco lo ha hecho en la confianza de la zona euro”, es decir, que “los dos principales canales de transmisión de las consecuencias a corto plazo de este acontecimiento” no han variado tras el anuncio del Brexit, según indica Lazard.
No obstante, el banco recuerda que “se mantiene una gran incertidumbre sobre las naturaleza de las relaciones de los británicos con la Unión Europea”, ya que es posible que el Gobierno de Reino Unido llegue a acuerdos bilaterales con las autoridades comunitarias que permitan mantener la mayoría de las relaciones comerciales actuales.
Además, el hecho de que los británicos no estuviesen en la zona euro ha sido otro elemento que ha limitado el impacto del referéndum, ya que el Banco de Inglaterra seguirá tomando decisiones sobre política monetaria con independencia de lo que decida el Banco Central Europeo (BCE).
“Más allá del impacto económico, el sí de los británicos a su salida de la Unión Europea denota un contexto económico complicado. De hecho, la popularidad de los candidatos Trump y Sanders en Estados Unidos es un claro síntoma de que no se trata de una simple cuestión de coyuntura económica, máxime cuando la tasa de desempleo ha regresado a sus niveles más bajos del ciclo anterior, tanto en Estados Unidos como en el Reino Unido”, añade Julien-Pierre Nouen, economista jefe de Lazard Frères Gestion.
Nouen recuerda que la crisis reciente ha agudizado en los países desarrollados “el sentimiento de abandono de parte de la población, sobre todo la clase media, que ha visto como se estancaban sus ingresos en las dos últimas décadas”. Tal y como ha demostrado el referéndum en el Reino Unido, “la política es una dimensión difícil de comprender para los mercados”. En ese sentido, “el referéndum italiano y las elecciones presidenciales estadounidenses podrían ser fuente de volatilidad en los próximos meses”.
“El voto a favor del Brexit no ha tenido, de momento, un gran impacto sobre la confianza en la zona euro, y la política monetaria, sumamente acomodaticia, del Banco Central Europeo sigue difundiéndose en la economía. Además, parece ser que la política presupuestaria se mantendrá ligeramente expansiva este año. La inflación sigue siendo baja, pero debería recuperarse a medida que los efectos de base vinculados a la bajada de los precios del petróleo se vuelvan más favorables”, añade el economista jefe de Lazard.
De momento, las cifras macroeconómicas de Reino Unido no reflejan el impacto de la salida de la UE. El gasto de los consumidores no ha bajado, la inversión se mantiene, el mercado laboral británico está en pleno empleo con una tasa de paro por debajo del 5% y el crecimiento del PIB interanual es del 2,2% (la misma tasa que antes del referéndum) y, el único punto negro, es la caída de la libra como consecuencia de la cesión del Banco de Inglaterra a las presiones de los analistas y del propio Gobierno, que le obligaron a reducir los tipos y lanzar nuevos estímulos golpeando al valor de la divisa británica.
Todo estos elementos indican que el efecto negativo del Brexit ha sido, por el momento, un espejismo, aunque no se puede descartar que en los próximos meses se aprecie un impacto real. Todo dependerá de las condiciones que se negocien en el proceso de salida, ya que tanto para Europa como para Reino Unido es vital no tirar por la borda los acuerdos de colaboración que se han fraguado desde la puesta en marcha del club de socios europeos.