El drama de los apartamentos turísticos de Baleares: «Las reservas de septiembre están casi a cero»

«Las previsiones de septiembre son malísimas. No se producen nuevas reservas y hay muchas cancelaciones. Ahora estamos casi a cero. Si la situación no empeora, habrá alguna solicitud de reserva, pero muy pocas». Así lo explica Antoni Serra, presidente de Habtur (Asociación de Viviendas Turísticas de Baleares) en conversación con OKDIARIO.

La dependencia de Baleares del turismo internacional y su condición de insularidad -limitada principalmente por vía aérea- han estrangulado al sector de las viviendas de uso turístico que desde marzo hasta agosto ha dejado de facturar 600 millones de euros respecto a la temporada anterior.

Dede la patronal explican a este periódico que la temporada de verano iba «relativamente bien» hasta el mes de julio, cuando la ocupación llegó hasta el 70%. Sin embargo, las recomendaciones del Gobierno de Alemania de no viajar a España y las cuarentenas obligatorias impuestas por varios países -entre ellos Reino Unido- hundieron la ocupación hasta dejarla en el entorno del 30% en agosto. Dicho de otra manera, en tan sólo 30 días, los apartamentos turísticos perdieron el 40% de la ocupación.

“Había turistas con ganas de venir, pero el aluvión de medidas que han tomado los gobiernos de varios países provocaron las cancelaciones. Además, muchas compañías aéreas cancelaron sus vuelos ante la escasez de demanda”, explica Serra, que recuerda que el sector de viviendas turísticas ha resistido mejor que los alojamientos hoteleros debido a su estructura -más reducida y sencilla- y a la mayor sensación de seguridad que ofrece al visitante -sin zonas compartidas-.

El perfil del turista y el tiempo medio de estancia apenas ha cambiado este verano: el turista internacional se ha impuesto al nacional y las pernoctaciones han oscilado entre los diez y doce días.  

Los datos últimos datos del INE sobre la llegada de turistas confirman el éxodo de visitantes al archipiélago. En el mes de julio sólo llegaron a las islas 588.000 turistas, lo que supone un 74,9% menos que en el mismo mes del año anterior. Además, el gasto total de los visitantes se redujo hasta los 638 millones de euros, un 77,9% menos. Los principales países de origen fueron Alemania (42,3%) y Reino Unido (16,2%).

No hay trasvase al residencial

Baleares va a contracorriente con respecto al resto de España en cuanto al trasvase de alojamientos turísticos al alquiler residencial. Sólo es «una cuantía mínima». Esto se explica por la alta rentabilidad que ofrecen las viviendas turísticas, por la ley que regulan su actividad y por la inversión que realizan los propietarios.

«El precio de una plaza unifamiliar es el mismo que una plaza hotelera. Hay propietarios con plazas de hasta 4.000 euros que no se arriesgan a entrar al alquiler residencial normal. Además, a los tres años de no ejercer la actividad, se pierde la licencia. Una casa con seis plazas paga cerca de 23.000 euros por ellas, así que es lógico que no quiera arriesgarse», explican desde la patronal balear.

Este comportamiento contrasta con lo que ha ocurrido en ciudades como Madrid o Barcelona, donde el trasvase de viviendas ha llegado al 20% y 40%, respectivamente, según los datos elaborados a finales de junio por FEVITUR (Federación Española de Asociaciones de Viviendas).

El PIB balear se hunde un 40,5%

El segundo trimestre del año ha dejado datos demoledores en las Islas Baleares. El PIB (Producto Interior Bruto) se ha hundido un 40,5% arrastrado por el parón de la actividad y el hundimiento del turismo internacional. Aunque julio arroja cifras algo más positivas, las estimaciones del Ejecutivo balear apuntan a que el año cerrará con un descenso del PIB del 29%.

Desde el Gobierno central, la vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, también reconocía  esta misma semana que la recuperación del mercado de trabajo en España será asimétrica y más lenta en comunidades especialmente turísticas como Baleares y Canarias. Después, la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, anunciaba que va a»rediseñar un mecanismo de protección que sea específico» para Baleares, teniendo en cuenta su particular vulnerabilidad ante la crisis del covid-19 debido a su especialización turística, al tiempo que también diseñará un sistema de protección que abarque «no sólo al sector turístico, sino a toda la cadena».