La banca española confirma que estudia cobrar a los clientes por los simples depósitos
Tal y como avanzó OKDIARIO, las entidades financieras españolas ya están estudiando cómo empezarán a cobrar a sus clientes institucionales por sus depósitos y cuentas de ahorro, tal y como ya está haciendo RBS o la filial de Deutsche Bank, Postbank.
Y es que, consultados los principales bancos cotizados de España, podemos confirmar que la inmensa mayoría ya tienen entre sus planes empezar a cobrar a los clientes institucionales, y ninguna descarta al 100% la posibilidad de que se empiece a hacer con el cliente particular. Fuentes de uno de estos bancos han señalado a OKDIARIO, sin embargo, que “el hecho de cobrar a los clientes particulares será algo muy complicado en España, ya que no tenemos esa cultura”.
“Nosotros no vamos a cobrar a los clientes, otra cosa es a la banca de empresa, donde más pronto que tarde se empezará a cobrar”, señalan directamente fuentes de Sabadell. También desde otra entidad han señalado que “a particulares nadie quiere ser el primero”. “Hoy por hoy ningún banco está por la labor, pero si coge, por ejemplo, Banco Santander, y empieza a cobrar a los clientes, iremos todos detrás en tromba”, explican desde otro banco.
Desde CaixaBank, por su parte, señalan que ellos no están cobrando por ningún depósito, pero tampoco pueden descartar al 100% la posibilidad de que en un futuro se empiece a hacer a institucionales. Igual que sucede con BBVA, donde nos remiten a las palabras de su consejero delegado, Carlos Torres Vila, que el pasado 29 de julio señaló, en una rueda de prensa, que “continuamos con tasas en euros de tendencia negativa y desde luego no vemos que vayan a salir del terreno negativo durante bastante tiempo con las circunstancias de los últimos meses, y las indicaciones que están dando el BCE”, por ello BBVA, según Vila, han seguido “cobrando por saldos a las empresas, sobre todo saldos a plazo, y limitando los saldos transaccionales en la medida que a nosotros nos cuesta dinero sino ese exceso de liquidez”.
Si bien es cierto que Vila matizó que “dependiendo de los saldos del cliente (siempre grandes empresas e institucionales) y de los plazos, suelen ser como 15 o 20, 25 puntos básicos negativos”.
Los expertos lo ven normal
Todos los expertos consultados por OKDIARIO coinciden al pensar que, tarde o temprano, terminará sucediendo en España. De hecho, la mayoría asegura que es lo normal, toda vez que con el entorno de bajos tipos de interés, la estrategia de la banca de mantener la comisión de los depósitos a cero para no perder clientes les acarrea serias consecuencias en sus resultados.
Javier Santacruz, economista socio de China Capital, cree que “aquí en España pasará sin duda, solo falta ver quién será el primero, aunque no creo que sea ni Santander ni BBVA”. Aunque, en este sentido, el Santacruz asegura que no cree que “ninguna entidad” llegue a cobrar a aquellos depositantes con menos de 100.000 euros, es decir, los que estén cubiertos por el Fondo de Garantía de Depósitos.
El economista José Carlos Díez también cree que con “el Euribor a 3 meses en el -0,3%, lo normal es que el depósito también estuviera a tipos negativos”. Y aclara: “Los bancos no ponen tipos negativos para poder mantener a sus clientes, pero claro, les cuesta dinero esa estrategia, por lo que solo cada entidad sabe si acabará cobrando por tener depósitos”.
Juan Carlos Costa, director de Kostarof.com, también cree que sucederá en la banca española. “Luego a los grandes clientes ya les negociarán, pero a los pequeños y medianos sin duda”, asegura Costa. Por su parte Marc Ribes, cofundador de BlackBird, cree que “es una situación que podría darse también en España, hay que pensar que en procesos de deflación es lo normal”.
“Al final el tipo de interés se tiene que ligar al poder adquisitivo. De hecho, es más nocivo para el poder adquisitivo una inflación al 6% con una remuneración del 2% por ejemplo, que cobrar por mantener unos depósitos un 0,2% con una inflación, supongamos, del 0,10%”, ejemplifica Ribes, que concluye: “El tema es que no estamos preparados para un entorno de deflación, que no es habitual porque los estados se encargan de evitarlo a toda costa”.