Así puedes actuar si tienes vecinos muy ruidosos
¿Conoces las herramientas de las que dispones para actuar contra los vecinos ruidosos? Precisamente, este es uno de los principales conflictos que se dan en las comunidades de propietarios. Por suerte, desde el año 2003, contamos con la Ley del Ruido, una regulación destinada a prevenir, mitigar y controlar la contaminación acústica.
Esta normativa establece los horarios y niveles de ruido permitidos, si bien pueden variar según el municipio. El incumplimiento de estas disposiciones puede conllevar multas que oscilan entre los 750 y los 3.000 euros, en función de la gravedad de la infracción cometida.
Actúa contra los vecinos ruidosos
Cuando te enfrentamos a vecinos ruidosos, es fundamental buscar un diálogo comprensivo en primer lugar. Sin embargo, si el problema persiste, es esencial recurrir a la normativa municipal y a la Ley de Propiedad Horizontal, donde el ruido se clasifica como una «actividad perturbadora».
Una vez agotadas las vías de comunicación amistosa, existen diversas opciones para abordar el problema de manera más formal. Una de ellas es elevar la queja al presidente de la comunidad, quien puede tomar medidas para solicitar al vecino ruidoso que cese su actividad molesta. Es recomendable documentar la situación mediante comunicaciones formales, como burofaxes, para dejar constancia del problema.
Si las gestiones en la comunidad no dan resultado, puedes recurrir a la intervención de la policía. Esta puede acudir y utilizar un sonómetro para medir el nivel de ruido emitido por el vecino. En caso de que se supere el límite permitido, se dejará una prueba fehaciente que podría utilizarse en un juicio posterior.
En situaciones extremas, donde el vecino persiste en su comportamiento, se puede iniciar una acción de cesación respaldada por la junta de propietarios. Esta acción busca detener inmediatamente el ruido molesto y puede derivar en sanciones penales en caso de desobediencia. Para respaldar esta acción, la comunidad debe presentar pruebas concretas de la perturbación, como grabaciones sonoras y comunicaciones formales.
Si el juez falla a favor de la comunidad, puede ordenar el cese definitivo del ruido e imponer indemnizaciones al infractor. En casos graves, incluso podría privar al propietario del derecho a ocupar su vivienda por un periodo determinado.
En el caso de que el ruido provenga de un inquilino en lugar del propietario, se debe intentar resolver la situación primero con el inquilino. Si esto no funciona, se puede recurrir al propietario para que intervenga. Si el inquilino persiste en su conducta molesta, se puede solicitar la rescisión del contrato de alquiler, ya que la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) permite rescindir un contrato si los inquilinos realizan actividades ilegales, molestas o perjudiciales.
Obras
El artículo 7.1 de la Ley de Propiedad Horizontal (LPH) establece que los propietarios de pisos o locales pueden modificar elementos arquitectónicos, instalaciones o servicios, siempre y cuando no comprometan la seguridad del edificio, su estructura general, su configuración externa, ni afecten los derechos de otros propietarios.
Es fundamental cumplir con ciertas restricciones, como evitar alterar la seguridad, configuración o estructura del edificio, tanto interna como externamente, y no perjudicar los derechos de otros propietarios.
Para evitar sobrepasar los límites de decibelios durante las obras, es recomendable tomar algunas precauciones. Esto incluye obtener la licencia o comunicar al Ayuntamiento correspondiente sobre las obras a realizar. En algunos casos, el Ayuntamiento puede colocar un sonómetro para garantizar el cumplimiento de los límites de ruido.
Ley del Ruido 2023
La normativa sobre los horarios del ruido en casa varía según cada municipio, ya que se establece mediante una ordenanza municipal. Sin embargo, la mayoría de estas normativas coinciden en que está permitido hacer ruido en casa de lunes a viernes desde las 8:00 hasta las 21:00 horas.
Algunos municipios españoles han optado por extender este horario hasta las 22:00 o incluso las 23:00 horas. En cuanto a los fines de semana, todos están obligados a seguir la misma regulación, que establece que solo se puede hacer ruido de 9:30 horas a 21:00 horas.
Según la mayoría de los reglamentos municipales para zonas residenciales, durante el día, de 08:00 a 21:00 horas, el límite de decibelios permitido es de máximo 35 a 40. Mientras que durante la noche, de 21:00 a 08:00 horas, se reduce a un máximo de 25 a 30 decibelios. Incumplir esta normativa puede acarrear multas de hasta 3.000 euros.
Sanciones
Las infracciones relacionadas con el ruido se clasifican en tres categorías con multas asociadas: la infracción leve, que conlleva multas de hasta 750 euros, puede involucrar exceder hasta cuatro decibelios del límite permitido o llevar a cabo actividades ruidosas en horas no autorizadas.
La infracción grave, con multas de hasta 1.500 euros, implica exceder el límite permitido en hasta siete decibelios o dificultar la labor de control de ruido por parte de las autoridades. Por último, la infracción muy grave, que puede resultar en multas de hasta 3.000 euros, se produce al realizar obras en horarios no permitidos o exceder los límites establecidos en más de siete decibelios.
Temas:
- vecinos