Los agricultores canarios, en pie de guerra: no pueden vender sus papas y empiezan a abandonar los cultivos
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El campo canario atraviesa una de sus peores crisis en varias décadas. Miles de kilos de papas, especialmente en Tenerife y Gran Canaria, se amontonan en cámaras frigoríficas sin compradores mientras continúan llegando cargamentos de producto extranjero a precios mucho más bajos.
Esta situación ha empujado a numerosos productores a replantearse su futuro: abandonar las tierras o cambiar de cultivo. Según datos recogidos el medio local Sol de Canarias, la competencia de tubérculos importados, principalmente de Israel, Egipto y Reino Unido, está hundiendo el mercado.
Los precios de venta no alcanzan ni el coste de producción, lo que obliga a los agricultores a asumir pérdidas insostenibles.
Pérdidas millonarias y abandono de tierras de cultivo en Canarias
En la actualidad, producir un kilo de papa en las islas cuesta entre 0,80 y 0,95 euros, pero los agricultores apenas reciben 0,60 euros. La brecha es tan grande que muchos trabajan a pérdidas desde hace más de dos años.
El resultado es devastador: cosechas enteras almacenadas, facturas de refrigeración disparadas y pérdidas que superan en algunos casos los 25.000 euros por campaña. Agricultores como Iván, del norte de Tenerife, reconocen que han dejado de sembrar: «¿Para qué? ¿Para regalarla, para no venderla?», declara en declaraciones recogidas por Antena 3.
Por otro lado, Abel González, de San Mateo (Gran Canaria), advierte en declaraciones recogidas por COPE que tendrá que abandonar la mitad de sus tierras si nada cambia. Las consecuencias ya se reflejan en el territorio.
En la última década, la superficie dedicada a la papa ha disminuido casi un 40%, y más de dos tercios de las tierras han sido abandonadas, según cifras sectoriales.
Importación de papas baratas: la competencia desleal que ahoga al agricultor canario
Uno de los puntos más polémicos radica en la política de importación. El ingreso de papa extranjera debería concentrarse entre mayo y septiembre, pero los cargamentos están entrando durante todo el año, bloqueando así la venta de la producción local.
El portavoz de ASAGA Canarias, Theo Hernando, denuncia que la papa foránea resulta más barata porque en origen los costes de producción son mucho menores y las condiciones laborales distintas. A esto se suma la reciente crisis hídrica en las islas, que encareció aún más los gastos de cultivo.
Mientras tanto, el precio considerado «justo» por el propio consejero de Agricultura (entre 1,05 y 1,10 euros por kilo) sigue sin cumplirse.
Fitosanitarios prohibidos en la papa importada: un riesgo para la salud
El problema no es únicamente económico. Los agricultores alertan de que buena parte de la papa importada llega tratada con productos fitosanitarios que están prohibidos en la Unión Europea. En particular, apuntan a la papa israelí, que según denuncian no cumple con los mismos controles que se exigen a la producción local.
«Estamos hablando de la salud de las personas», advierte Theo Hernando en declaraciones recogidas por Antena 3. Los productores consideran que la falta de controles equitativos constituye un agravio comparativo y un riesgo sanitario que debería investigarse con mayor rigor.
Por último, los agricultores canarios coinciden en que las herramientas regulatorias actuales, como el REA o el AIEM, se han quedado obsoletas y no garantizan la supervivencia del cultivo.
Sin precios que cubran costes, sin apoyo institucional y con un mercado saturado por la importación, el campo corre el riesgo de quedarse sin cultivar estas papas.