Víctor Font, de elecciones inmediatas en el Barça a pedir la suspensión
Víctor Font partía como gran favorito al sillón presidencial del Barça cuando se inició la carrera por suceder a Josep María Bartomeu. Las cosas, sin embargo, no han ido por los cauces que el candidato había pensado. Joan Laporta le ha pasado por la derecha con una serie de movimientos que han provocado un cambio de discurso del Font. Del «cuanto antes elecciones mejor» apoyando la moción de censura que tumbó a la anterior directiva a «el 24 de enero no se pueden hacer elecciones».
El candidato ha visto cómo en las últimas semanas sus promesas se han desplomado como un castillo de naipes. Primero Xavi Hernández le dejó tirado, más tarde Jordi Cruyff –quedándose sin plan deportiva– y ahora sabe que lo tiene en chino después de haber logrado 4.713 firmas para apoyar su candidatura por las más de 10.000 conseguidas por Laporta. El movimiento del ex presidente colocando una pancarta gigante en las inmediaciones del Bernabéu le dejó en la lona y no remonta de aquel golpe.
«Los mecanismos del club para el proceso del voto de censura y del actual proceso electoral son anticuados, por eso no es posible votar», dijo Font, argumentando que la situación sanitaria pone en riesgo a los socios culés. Parece que el candidato se ha olvidado de sus palabras defendiendo que el club necesitaba un presidente cuanto antes en plena segunda ola de la pandemia cuando se recogieron las firmas contra Bartomeu.
Ja son massa anys de tristesa i vergonya, però això d’aquesta nit només té un nom: humiliació. No allarguem més l’agonia ni perdem més un temps preciós. Bartomeu dimissió, eleccions com més aviat millor i entre tots, reconstruïm el Club i tornem la il•lusió al Barça!!
— Víctor Font (@victor_font) August 14, 2020
Font sabe perfectamente que tiene perdidas las elecciones y ahora pone palos en las ruedas para evitar un desenlace que dejaría en ridículo los muchos años que lleva preparando su asalto a la presidencia. El candidato, no en vano, hasta ha puesto en duda la legitimidad del proceso electoral que actualmente se está viviendo. «La rumorología de posibles compras de firmas y de corrupción hacen mucho daño al Barça y ya existe la tecnología para evitarlo, por eso se deben revisar y modernizar los procesos electorales», añadió.
Mientras patalea su rival, Laporta no ha querido entrar al trapo, consciente de que sólo un error de bulto le arrebataría su regreso a la presidencia del Barça. Nunca en la historia del club el precandidato que presentó más firmas perdió unas elecciones. Ahora Font busca un imposible: demorar las elecciones para replantear una estrategia que se le ha caído por completo. El Barça, mientras tanto, sigue siendo la casa de los líos.