El vestuario del Castilla no entiende la persecución arbitral: «¿Por qué nos hacen esto?»
El Castilla no entiende nada. Ya ni se enfadan cuando observan los escamoteos arbitrales que sufren jornada tras jornada porque no sorprende. Sin embargo, el filial madridista sigue sin comprender el motivo por el que los colegiados les ningunean sin ningún tipo de compasión. El último episodio se vivió ante el Socuéllamos, donde los blancos terminaron ganando a pesar de quedarse con 10 jugadores, ver como expulsaban a Solari por el hecho de preguntar el motivo por el que expulsaban a su jugador y sufrir como no les señalaban dos claros penaltis.
«Esta vez hemos ganado y parece que no pasa nada, pero podríamos haber perdido», esta es la sensación con la que el Castilla abandonó el Paquito Jiménez. La incredulidad era la sensación que se apoderaba de la expedición madridista. En cuanto el encuentro finalizó el cuerpo técnico blanco esperó a leer el acta. Cuando éste llegó a su poder la indignación fue en aumento. El árbitro redactó fielmente lo que sucedió, el problema recae en que lo ocurrido fue demasiado leve como para comprender el castigo recibido. Solari se fue a la calle por decir: «¿Cómo expulsas a mi jugador?» y Campuzano por asegurar «ha sido córner, no dais ni una».
Este capítulo se suma a los sufridos durante toda la temporada. Frente al Toledo, Febas fue expulsado por doble amarilla, una tras sufrir un claro penalti que el árbitro entendió como simulación (luego se la quitaron), ante el Gernika vio como le anulaban un gol legal y frente al Navalcarnero se quedó con nueve futbolistas. Estos son les tres últimos ejemplos en los que el Castilla ha sido víctima de la persecución arbitrales.
Nadie entiende en el vestuario de los blancos el motivo por el que sufren este trato, pero lo que empiezan a asimilar es que hasta el final de temporada van a tener que convivir con ello. De momento los chicos de Solari están en puestos de playoffs, todo un milagro visto el panorama, por lo que sólo les toca seguir trabajando para vencer todas las trabas que les están poniendo.