Pogacar reina en Livigno ante un renacido Nairo Quintana y sentencia aún más el Giro de Italia
Tadej Pogacar certifica su triunfo en la general del Giro a falta de una semana con un nuevo recital
Se llevó la etapa reina en Livigno ante Quintana y le metió otros tres minutos a Geraint Thomas
No parece haber etapa en este Giro de Italia en la que Tadej Pogacar no deslumbre. El esloveno dio su enésimo recital en lo que va de carrera, para sentenciar –por si quedaba algún tipo de dudas– la general. En la etapa reina, con subida al Mortirolo y con final en Livigno, el del UAE Emirates terminó llevándose el triunfo, superando en los últimos kilómetros a un renacido Nairo Quintana. Con él, completa el póker de victorias en la presente edición de la corsa rosa y apunta a no ser la última.
Puede sonar repetitivo, pero lo de Pogacar fue una nueva exhibición. En una larga y dura etapa, de 222 kilómetros y con más de 5.000 metros de desnivel, el bicampeón del Tour realizó una remontada increíble en los 14 kilómetros finales. Fue entonces cuando lanzó un ataque fulminante, que dejó atrás al grupo de favoritos y que le permitió ir superando a todos los rivales que tenía por delante, hasta que llegó a la altura de Nairo Quintana.
El colombiano apuntaba a llevarse la victoria en la etapa reina, pero no pudo en los últimos momentos con un ciclista que, a sus 25 años, pinta a colarse –si no lo está ya– entre los mejores de la historia de este deporte. El de Movistar fue uno de los más de 40 corredores que formaron un grupo perseguidor a la primera y temprana fuga. Entre ellos figuraban ciclistas de renombre como Alaphilippe, Storer o Narváez.
Lograron distanciarse del pelotón y, a falta de 17 kilómetros para el final, Quintana lanzó su ataque, quedándose en solitario y haciendo soñar a Movistar con una segunda victoria de etapa en la carrera. Pero los favoritos reaccionaron por detrás. O, mejor dicho, reaccionó el líder, un intratable Pogacar que hace lo que quiere en este Giro de Italia.
A falta de 14 kilómetros, dejó atrás a los que presuntamente son sus rivales. El grupo formado por Thomas, Einer Rubio, O’Connor o Bardet no podía salir al paso del fulminante despegue de un esloveno que va más que sobrado en este Giro. En su camino a la cima de Livigno, iba devorando a todo aquel que tenía por delante, hasta que llegó a Nairo. Y, mientras, incrementaba su ventaja respecto a los favoritos.
Dominio insultante de Pogacar en el Giro
A falta de poco menos de dos kilómetros para el final, fue cuando llegó a la altura del colombiano y le superó. Siguió su ascenso en solitario hacia la cima, a casi 2.400 metros de altura, como si no costase. Llegó a la meta de Livigno fundido, celebrando a lo alto lo que suponía su triunfo en la etapa reina, en la que sentenció aún más una carrera en la que está dominando de manera insultante.
Por detrás llegó Nairo –a medio minuto– y, tras él, lo hizo el alemán Steinhauser, a dos minutos y medio del esloveno. El primero de los favoritos en aparecer fue Bardet, que consiguió distanciarse del resto en los metros finales. Thomas entró a 2:51, a los que hay que sumar otros 10 segundos de bonificación. El británico es el primero de los mortales en este Giro en el que Pogacar le mete ya 6 minutos y 42 segundos.
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