Adrian Newey cuenta al detalle las tres escandalosas ofertas que ha recibido de Ferrari
Pocas son las personas en el mundo, ya sea de la Fórmula 1 o en general, que rechazan la llamada de Ferrari. Y desde luego no se conocían casos, hasta ahora, de que eso haya sucedido hasta en tres ocasiones. Pero Adrian Newey es especial hasta para eso. El mago de la aerodinámica al que Sebastian Vettel le debe gran parte de sus cuatro mundiales ha tenido hasta tres oportunidades de recalar en Maranello, y ahora ha desvelado en Sky Sports cómo fue cada una de ellas.
“Ferrari se me acercó tres veces. Inicialmente fue en mi carrera en la IndyCar -a mediados de los años 80-. Ferrari decidió construir un IndyCar y me ofrecieron unirme como jefe de diseño en su proyecto, pero no creí que fuera correcto y lo rechacé”, comenta Newey sobre la primera tentativa roja.
Ya en Fórmula 1, Jean Todt planeaba la gran reconstrucción de Ferrari. Con el mejor piloto de entonces fichado, Michael Schumacher, El menudo dirigente galo también trató de seducir a la mayor referencia aerodinámica de la Fórmula 1, sin éxito. “Después, y mucho más en serio, Jean Todt me ofreció unirme como director técnico en 1996. En ese momento, tuve ofertas para quedarme en Williams, unirme a McLaren o ir a Ferrari. Pensé mucho al respecto, pero tenía una familia joven y decidí que quería quedarme en el Reino Unido”, de ahí que acabase en McLaren, donde alternó obras de arte con algún que otro fiasco.
A la tercera iría la vencida, pensaban en Ferrari. Por ello, en 2014, una de las peores temporadas que se recuerdan en Italia, trataron de fichar de nuevo a Newey con una oferta tan alta que ni el propio interesado se creía. Pero ni aún así. El bueno de Adrian decidió permanecer en Red Bull. “Se hizo evidente que el motor Renault estaba muy por detrás del Mercedes y, en cierta medida, del Ferrari. Renault no parecía dispuesto a poner los fondos para resolver el problema, así que estaba en una posición un poco difícil. No quería alejarme de Red Bull porque me siento como en casa y he estado muy involucrado desde el principio con Christian Horner. No quería dejarlos, pero tampoco quería estar trabajando con una mano atada a la espalda en el departamento de motores. Fue una decisión muy difícil. Ferrari llegó con una oferta increíble, muy atractiva, y me pasé muchas noches sin dormir decidiendo qué hacer y con quién ir. Al final, me habría sentido mal si me hubiese ido de Red Bull”. ¿Habrá un cuarto intento?