Messi, otro crack que puede irse del Barcelona por la puerta de atrás

La revolución del Barcelona toma un giro inesperado y radical. Leo Messi ha comunicado al club que quiere marcharse. Lo ha hecho a través de un burofax, en lugar de tratarlo directamente con la directiva, con la que la relación está totalmente rota. De producirse su salida, la estrella se marchará por la puerta de atrás, sin tener una despedida a la altura de su figura. Una situación que no es nueva en el conjunto azulgrana.

Pese a los honores con los que salieron del club leyendas como Puyol, Xavi o Iniesta, no sería la primera vez que un jugador de peso en los éxitos barcelonistas se marcha como si nada. Cruyff, Maradona, Ronaldo, Figo, Ronaldinho, Eto’o o Neymar se fueron del club sin ningún tipo de despedida. Unos cracks a los que ahora se sumaría el astro argentino.

A lo largo de su historia, pocas son las estrellas que han salido por todo lo alto de la entidad. Bien por ser transferidos en pleno verano, por dejar de contar para los diversos técnicos o por salir mal con la afición o la directiva -como Figo y Neymar- el club no ha acostumbrado a estar a la altura de lo que los cracks que han pasado por su disciplina les han dado. Tampoco lo estará ahora.

Pero en este caso, la diferencia con el resto es clara. Messi no es comparable a ninguno. Formado desde su juventud en La Masía, se convirtió en el mejor del mundo, uno de los mejores de la historia y, con diferencia, el mejor que ha vestido la elástica culé. Toda una vida dedicada al FC Barcelona que terminará de la forma más triste posible.

Messi se marcha enfrentado con Bartomeu

En ninguno de los guiones posibles aparecía la salida temprana de la mayor estrella que ha pisado el club. Y menos así. Pero la gestión de Bartomeu ha convertido en posible lo imposible. Messi se marchará, dolido, rescindiendo unilateralmente su contrato y sin ocasión para despedirse en condiciones del Camp Nou, en el que su nombre se ha coreado más que el de ningún otro.

Sin honores, como uno más. Así será la manera en la que el Barça despida al jugador más diferencial en sus 121 años de historia. Un futbolista que les ha sostenido entre los mejores equipos de Europa a pesar de todo. Un Messi considerado ‘Dios’ por gran parte de los aficionados, pero no por la actual cúpula, única responsable de su acelerada marcha.