LEGANÉS - REAL MADRID: JORNADA 16 DE LIGA

Eficacia de Champions

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Casemiro e Isco celebran el 1-2 del Real Madrid. (EFE)
Miguel Serrano
  • Miguel Serrano
  • Me confundieron con un joven prodigio pero acabé de periodista. Escribo cosas de deportes y del Real Madrid en OKDIARIO, igual que antes las escribía en Marca. También a veces hablo por la radio y casi siempre sin decir palabrotas. Soy bastante tocapelotas. Perdonen las molestias.

Victoria solvente y eficaz del Real Madrid en Leganés. Los de Zidane tuvieron que remontar otra vez el tanto inicial del Lega y lo hicieron en un notable primer tiempo guiados por la efusividad de Lucas Vázquez y Asensio. El gallego hizo el 1-1, Casemiro el 1-2 y los blancos dosificaron en el segundo tiempo. Ramos marcó de penalti en el 90 el definitivo 1-3.

Entre bajas, descansos y alguna que otra decisión técnica Zidane presentaba en Leganés un once inédito. No estaban los lesionados Marcelo, Kroos ni Modric, ni tampoco Cristiano Ronaldo, reservado para futuras batallas, y sorprendía el banquillazo a Bale, que cada vez parece un jugador más prescindible para Zizou.  Por contra Lucas y Asensio, los Zipi y Zape que han revolucionado al Real Madrid, se ganaban la camiseta de titular. Igual que Benzema, que lucía esa camiseta quizá no con tantos méritos.

No divago y recito: Kiko Casilla para dar descanso al titubeante Keylor; Carvajal, Ramos, Varane y Theo, este último ante otra oportunidad de parecerse al del Alavés y no a la burda copia en plan Ecce Homo de Borja que anda por el Bernabéu. El mediocampo era para Casemiro y Kovacic, escoltados por los susodichos Lucas y Asensio. Por delante, otra oportunidad para que Isco encontrara los conejos que se le han perdido en la chistera y también para que Benzema recuperara si no el olfato, al menos sí la chispa perdida.

Y en esas comenzó el partido en Butarque. Dominaba el Real Madrid de salida con un Leganés muy juntito y bien pertrechado en su propio campo. No fluía demasiado el juego de los de Zidane, quizá porque el Lega es un equipo incómodo como un traje de buzo.

La misma historia

Y precisamente los locales golpearon primero. Fue a la salida de un córner botado al primer palo. De la prolongación le quedó la pelota a Bustinza, que se adelantó a Ramos y remató a bocajarro a Casilla. El meta madridista no sujetó la pelota, que se estrelló contra su pecho, golpeó otra vez en Bustinza y la pelota acabó en gol ante la torrija de Theo, que no fue capaz de despejar. Vamos, la historia de siempre.

Menos mal que el Real Madrid tiene a Asensio y, cuando no aparece Asensio, tiene a Lucas. Fue el canterano quien igualó el duelo en el minuto diez tras una buena recuperación de Casemiro, que roba más que los Pujol, y una buena asistencia de Kovacic. Lucas se plantó ante Cuéllar, lo atrajo hacia sí y le batió de disparo cruzado.

El tanto de Lucas Vázquez espoleó al Madrid, que empezó a entender que para ganar en Butarque hay que correr por lo menos tanto como el Lega. Y así lo entendió Asensio, que se marcó un jugadón trazado con pincel que murió en un disparo centrado que atrapó Cuéllar.

Sacude el Leganés

El Leganés empezó a emboscar el partido para intentar cortar el juego del Real Madrid. A alguno se le fue el pie e incluso la cabeza, pero González González era indulgente. Y se consumían lánguidamente los minutos mientras el juego se quedaba huérfano de áreas. Pero fue entonces cuando el Madrid encontró una jugada de Play Station. Todos participaron a un toque desde Casemiro a Lucas, pasando por Kovacic y un inspirado Benzema, y que cerró Casemiro en el mano a mano con Cuéllar. Fue un golazo.

El Real Madrid empezó a sentirse cómodo y hasta Benzema leía el partido con la fluidez de Gallardón dando un discurso. El francés estaba completando un primer tiempo impecable de delantero, de mediapunta, de extremo. Tenía movilidad, pase, juego filtrado. Vamos, se estaba pareciendo al Benzema de los días felices.

Los de Zidane siguieron tocando con paciencia y eficacia hasta que sobrevino el descanso en Butarque. Cuando el juego se reanudó el Real Madrid siguió a los mandos del duelo, con los jugadores del Leganés persiguiendo mariposas y a veces cazándolas. Caía el frío sobre Butarque. Ramos vio una amarilla que le hará descansar ante el Alavés.

Se duerme el Madrid

Apuraba el Leganés las pocas balas que le quedaban para intentar el empate, siquiera fuera a la heroica. Pero se le iban los minutos sin probar a Casilla. Sí que lo hizo en el 63 después de una jugada de El Zhar por la derecha que remató mal Beauvue y sacó bajo palos el meta del Real Madrid.

Los blancos volvían a desconectarse y pedían a gritos un cambio. No lo hacía Zidane, que tenía a todo el banquillo calentando en la banda. Y el Real Madrid levantaba el pie hasta el punto que concedía el campo y el balón a un Leganés voluntarioso pero sin demasiado talento. Por fin en el 75 Zidane se decidió a hacer el primer cambio: Bale por un Benzema que se marchaba con un amago de cojera.

Consumiéronse los minutos de una forma cansina y penosa. Isco se asomó al área con un disparo que blocó Cuéllar. Arreó algo el Real Madrid en los minutos finales, pero el partido parecía resuelto… y lo estaba. Más cuando Sergio Ramos ejecutó el penalti claro que hicieron a Kovacic en las postrimerías del duelo, así que el Madrid se puso al día con el calendario con una victoria con la que cubrir el expediente y auparse al tercer puesto.

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