James aprovecha la oportunidad: 89% en pase, tres ocasiones y una asistencia

El Real Madrid cuenta con un jugador que parecía prácticamente apartado pero debido al empeño de Zidane ha puesto la primera piedra para volver a ver la luz. James Rodríguez cuajó una actuación notable en el encuentro frente al Borussia Dortmund, dejando claros los motivos por los que quiere y puede conseguir la confianza de su entrenador.

El colombiano no jugó el encuentro de su vida, pero la versión mostrada invita a ser optimistas con el jugador, que volvió del Clásico sin jugar un solo minuto pero se ha esforzado desde entonces para contar con una nueva oportunidad, llegada antes de lo esperado y en un partido importante para los madridistas.

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«James ha hecho un gran partido. Ha trabajado mucho y contento por él. El pase a Karim ha sido magnífico», reconoció Zidane en rueda de prensa, confirmando que el mediapunta había pasado la prueba en un importante escenario, a pesar del empate del equipo.

Interior en el 4-3-3 de partida de Zidane, el colombiano disfrutó del escenario ideal para poder dar rienda suelta a sus virtudes. El Madrid tenía la iniciativa en ataque y eso le permitía pisar zonas  centrales –Casemiro y Modric le cubrían la espalda– y combinar con los tres de arriba. Aunque el acierto de estas conexiones no desequilibró, se vio a un James más activo y acertado –89% de acierto en el pase– que de costumbre.

Los mejores momentos del colombiano, sin embargo, se vieron cuando el Madrid se echó un paso atrás y fruto de las recuperaciones de sus centrales y Casemiro, pudo salir a la contra. Ahí, con todo el campo por delante y los delanteros tirando desmarques, James puso en liza su pierna izquierda y demostró que la creatividad y la calidad de sus envíos están al alcance de pocos en el mundo, algo que pudo comprobar Benzema en su segundo tanto de la noche, servido en bandeja de plata por el ’10’ con un centro al área milimétrico.

La asistencia permitió a James ganarse el notable en la noche del miércoles, pero podría haber salido a hombros si hubiera culminado una de las tres oportunidades que tuvo para batir a Weidenfeller. El hambre de contentar a todos le llevó a terminar en el área en varias ocasiones, pero el portero alemán estuvo afortunado para repeler sus disparos.

Esfuerzo y orden en defensa

Su implicación en defensa fue también meritoria. Gracias al trabajo impagable de Lucas, el Madrid replegó en un 4-4-2 en el que James ocupó una de las bandas, según que momento del partido, y aunque no destacó en las estadísticas, se mantuvo responsable y cumpliendo con el plan establecido dentro del entramado de Zidane. Y todo ello durante los 90 minutos que duró el encuentro, que vista la inactividad no resulta un dato menor. Así llegarán más oportunidades.