Holanda ya alucina con los espectaculares regates de Odegaard
Media hora da para mucho y si no que se lo digan a Martin Odegaard. El jugador del Real Madrid, cedido en el Heerenveen holandés, demostró en ese tiempo que está llamado a marcar una época en el fútbol mundial.
El noruego apenas necesitó 33 minutos de juego para convencer a su entrenador, Jurgen Streppel, con varios detalles de calidad partiendo desde banda derecha, la contraria a su pie natural.
Con el dorsal 17 a la espalda, el natural de Drammen se movió por todo el frente de ataque cogiendo la responsabilidad además de las jugadas a balón parado y combinando con sus compañeros en la mayoría de las veces a un toque.
Después de jugar tan sólo dos minutos en su primer partido, Odegaard esta vez sí tuvo el tiempo suficiente para hacerse un hueco en las rotaciones de su técnico y poder ser importante de aquí a final de temporada, cuándo acaba su préstamo.
Una pesadilla para la defensa
El PSV, tercer clasificado de la Eredivisie, era su rival y en el minuto 57 en el que entró el marcador era de 2-2. Ya en la primera pelota que tocó se notó que marcaba la diferencia respecto al resto con una zurda exquisita que valió su fichaje por el Real Madrid en el invierno de 2015.
Sin embargo, no estuvo muy acertado en los metros finales, pero provocó un penalti que el árbitro del partido no se atrevió a pitar cuándo el derribo de Andrés Guardado era más que evidente.
Finalmente no pudo rascar ningún punto del Philips Stadion, pero contentó a su afición y a su técnico, que ya saben que en el banquillo no puede estar más.