De Gea evita la victoria de un gran Sevilla (0-0)
El Sevilla y el Manchester United empataron (0-0) en la ida de los octavos de final de la Champions. Los andaluces fueron mejores, pero David de Gea lo paró todo para salvar a su equipo. La eliminatoria se decidirá en Old Trafford.
El partido fue una guerra de poder a poder desde los primeros minutos donde el United resistió y el Sevilla golpeó, aunque siempre se encontró con la figura de un De Gea pletórico. Muriel era el primero en avisar con un buen disparo raso que obligó al meta español a atajar en dos tiempos. Los hispalenses tenían claro que el balón debía llegar a Banega y desde los pies del argentino comenzaría a fluir el fútbol.
El Sevilla realizaba una presión muy alta que ahogaba al United. Los de Old Trafford no eran capaces de salir con claridad en busca de la meta defendida por Sergio Rico. El juego combinativo escaseaba en el equipo dirigido por José Mourinho y la cosa empeoraría cuando Ander Herrera tenía que abandonar el terreno de juego lesionado antes de que se cumpliese el primer cuarto de hora de partido. Pogba ocupaba su lugar y, aunque los ingleses ganaban en físico y presencia, perdían en calidad.
Con las variaciones el partido entraba en un letargo en el que las ocasiones de ataque escasearían. Un lanzamiento alto de Lukaku era lo más destacado en unos minutos donde el físico y la pelea primó por encima del buen fútbol. Este tiempo de aburrimiento para el aficionado parcial y tensión para los seguidores de ambos equipos se acabaría cuando Correa empezó a moverse y el Sevilla se hizo dueño del partido.
Los de Montella irían ganando poco a poco terreno a un United que veía como De Gea les tenía que sostener. Dos grandes intervenciones, especialmente la última del primer tiempo cuando el internacional español metía una mano imposible a un potente cabezazo de Muriel, permitían que el marcador no se moviese a favor de los sevillistas en los primeros 45 minutos.
Gran Sevilla, mejor De Gea
La segunda mitad arrancó con un gran Sevilla. Las grandes ocasiones generadas antes del intermedio permitieron a los de Nervión creerse que podían doblegar a un United con carácter pero pocos recursos. Los locales mandaban y el Pizjuán entraba en estado de ebullición, mientras que los británicos se agarraban a un De Gea que seguía intratable. Además, cuando el United pisaba el campo rival demostraba su torpeza para generar una ocasión clara de peligro. La defensa sevillista siempre salía ganadora.
El Sevilla siguió creciendo a medida que avanzaba el partido ante un Manchester United que vivía de destellos y estaba especialmente conservador. Los sevillistas pisaban el área de De Gea con alegría, el balón rondaba el gol, pero éste no terminaba de llegar. Con el quiero y me falta suerte de los españoles y el me conformo con lo que tengo porque no doy para más de los ingleses se llegaba a los minutos más calientes del partido. Y fue aquí donde un Pizjuán que no paró de animar en ningún momento comenzaba a jugar.
Mourinho, estratega como pocos, movía ficha y daba entrada a Rashford por un desaparecido Alexis y a Mata por Martial. El asturiano abandonaba el césped en medio de una gran ovación. El entrenador portugués metía pólvora y frescura, mientras que el Sevilla seguía dominando.
Cuando restaban menos de cinco minutos para el final, por primera vez en todo el partido, el United daba un paso adelante y se vivían momentos de gran emoción. Ambos equipos comenzarían a intercambiar golpes. El Sevilla la tenía con Sandro y hasta reclamaba un penalti sobre Navas de Pogba. Por otro lado, los Red Devils buscaban contras guiadas por Martial y Rashford que ponían en grandes aprietos a una zaga hispalenses que empezaba a notar el cansancio.
Tras la locura llegó el momento de no perder lo ganado y ambos equipos firmaron unas tablas que permiten al Sevilla llegar a Inglaterra con muchas opciones de estar en cuartos de final. Todas las victorias y cualquier empate con goles le daría la clasificación. El sueño de la Champions sigue vivo por el Sánchez Pizjuán.