El año de la resurrección de Nadal comienza en Abu Dhabi
El momento ha llegado para Rafa Nadal. Meses y meses de preparación mental y física para por fin encarar un 2016 donde espera volver a ser el jugador que dominó el circuito. El manacorense detectó sus problemas el pasado verano y desde entonces ha trabajado de manera incansable para recuperar la confianza en el golpeo. «Tenía una lesión mental. Llevaba varios meses dudando sobre como golpear la bola», dijo el mejor tenista español de siempre.
Nadal tocó fondo el pasado verano tras no alcanzar las rondas finales ni en Wimbledon ni en el US Open. Recapacitó sobre la ansiedad que tenía por volver a ganar y se marcó un plan para recuperar el terreno perdido. Jamás se le había visto por debajo del top 5 del circuito en una década.
Desde aquel decepcionante día en Nueva York, Nadal presenta una tarjeta de 16 triunfos y cinco derrotas con dos finales alcanzadas en Pekín y Basilea. Paso a paso, el español fue superando en otoño a todos los cabezas de serie del circuito con excepción de Novak Djokovic, su verdugo en dos torneos. Alcanzar el nivel para desafiar al número uno del mundo es el objetivo que se ha marcado el de Manacor. El décimo Roland Garros y una nueva medalla olímpica en Río representan los principales anhelos de Nadal para este 2016.
El español resume a la perfección un 2015 que ha intentado borrar de su mente. “Ha sido el único año de mi vida que he salido a la pista con ansiedad, y la ansiedad no me dejaba pensar ni ejecutar con claridad. He salido a la pista con sensaciones de miedo al fracaso. En realidad ya no era un tema tenístico. Cuando te influyen temas mentales a la hora de golpear una pelota de tenis todo es mucho más complicado o, yo diría, casi imposible. Son sensaciones desagradables, sobre todo porque para mí han sido nuevas”, explicó.