Ceferin y Al-Khelaifi asistieron codo con codo al escándalo arbitral a favor del PSG
Ambos se sentaron juntos en el palco del Parque de los Príncipes
Aleksander Ceferin y Nasser Al-Khelaifi contemplaron codo con codo, sentados juntos en el palco presidencial del Parque de los Príncipes, el penalti dantesco a favor del Paris Saint-Germain (PSG) que evitó una situación límite para el equipo francés en la Liga de Campeones. Desde ese privilegiado emplazamiento vieron cómo el árbitro polaco Szymon Marciniak sorprendía a todo el mundo al sancionar una mano que acabó posibilitando el empate de Kylian Mbappé.
El presidente de la UEFA y el dueño del PSG no pudieron elegir un día mejor para escenificar públicamente su proverbial amistad. Las cámaras de televisión que retransmitían el partido entre el equipo francés y el Newcastle captaron cómo contemplaban unidos el encuentro en el que el PSG fue agraciado con una de las mayores ayudas arbitrales que se recuerdan en los últimos tiempos.
Estos dos dirigentes forjaron una gran amistad a raíz del frente común que establecieron para tratar de frenar a la Superliga y cada vez que tienen la oportunidad aprovechan para lanzarse flores. «De los tres grandes defensores del sistema actual, uno no era europeo pero entendía el fútbol europeo mucho mejor que los demás», dijo el año pasado Ceferin en referencia a Al-Khelaifi.
Además, su trato es bastante frecuente, teniendo en cuenta que ambos forman parte del Comité Ejecutivo de la UEFA, Ceferin como presidente del organismo y Al-Khelaifi como cabeza visible de la Asociación Europea de Clubes (ECA), la única organización de clubes que la UEFA reconoce como legítima e interlocutora válido para tratar cualquier asunto que involucre a equipos del continente.
Penalti salvador para el PSG
En el duelo de este martes en el Parque de los Príncipes, apenas faltaban dos minutos para que se acabara el largo descuento decretado por Marciniak y la tragedia se mascaba en el estadio parisino. El PSG estaba a punto de encajar su tercera derrota en esta Champions, que le hubiera condenado a no depender de sí mismo para logra la clasificación en la última jornada de la fase de grupos.
Prácticamente en su última bala ofensiva, el equipo parisino le hizo llegar la pelota a Ousmane Dembélé, que se internó por la banda derecha y centró al área. El balón se estrelló en el costado de Livramento, lateral izquierdo del club inglés, y después salió disparado hasta impactar en su codo derecho. Tenía el brazo separado del cuerpo, pero el balón venía rebotado de su propio cuerpo en una acción totalmente involuntaria que no se suele castigar. Marciniak inicialmente obvió la jugada, pero desde el VAR le empujaron a cambiar de opinión, tal y como ocurrió. Gol de Mbappé y Al-Khelaifi ya podía respirar tranquilo al lado de su amigo.