La ‘Caja’ del Mutua Madrid Open volvió a hacer magia

Marcaban las 20:35 horas del lunes en Madrid y Feliciano López y Pablo Andújar se medían en la pista Manolo Santana en el primer duelo de la sesión nocturna, cuando empezó a llover en la capital. El Mutua Madrid Open, uno de los torneos vanguardistas por excelencia en el circuito ATP volvió a demostrar su preparación en cuanto a instalaciones se refiere y cubrió a los jugadores en escasos doce minutos para que la jornada no tuviera que aplazarse. Una muestra más de la calidad de un evento que incomprensiblemente busca ser abolido por el Ayuntamiento.

Sloane Stephens y Samantha Stosur, que disputaban su duelo de segunda ronda en la pista Arantxa Sánchez Vicario, también agradecieron la cubierta retráctil que cubriría a Monfils y Bashiliasvili en el choque que cerraría el estadio 3. En total, tres pistas preparadas para que la competición continúe con normalidad en caso de que la lluvia venga a visitar al torneo en cualquiera de los momentos de celebración del evento, como sucedió en la noche del lunes.

La Caja Mágica explicó uno de los motivos por los cuales adquirió su nombre, con un truco que dejó asombrado a más de uno, novato en el torneo en estas condiciones. El notable juego desplegado por Feliciano y Andújar pasó a un segundo plano para pasar a contemplar como el techo, de unas mil toneladas de peso, se cerraba sin prácticamente ruido mediante y en un tiempo récord.

Y lo mejor, ninguno de los partidos en disputa tiene que pararse mientras se produce la secuencia de cierre. Los jugadores ni lo notan y pueden continuar concentrados en lo estrictamente deportivo, mientras lo meteorológico queda en manos de la organización. Los espectadores, que tampoco se mojan, haciendo de la comodidad uno de los atractivos a la hora de pagar la entrada, confirman la eficiencia del estadio con comentarios que quizá deberían apuntar aquellos que quieren cargarse el torneo.