Superó a Auger-Aliassime y deja el título en manos de Nadal

Bautista emociona a España: gana el primer punto tras la muerte de su padre

Roberto Bautista superó a Felix Auger-Aliassime (7-6, 6-3) en el primer partido de la final de la Copa Davis y deja a Rafael Nadal con la responsabilidad de hacer campeona a España. El número dos español regresó a la concentración tras la muerte de su padre y sacó su mejor nivel para lograr un triunfo de tronío.

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Bautista celebra un punto en la final de la Copa Davis. (AFP)
Nacho Atanes
  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

Nadie lo merecía más que él. Después de sufrir el martes una de las derrotas más duras de su carrera y vivir el jueves uno de los peores días de su vida, Roberto Bautista, el ejemplo y la motivación de España en la Copa Davis, regresó para darle el primer punto al equipo en la final. El tenista español acabó con la maldición del número dos del anfitrión y a base de coraje, templanza y tenis, muchísimo tenis, superó a Felix Auger-Aliassime en dos sets (7-6, 6-3) que ponen a tiro de Nadal la ensaladera de España y le colocan de inmediato como uno de los grandes ídolos del aficionado español.

El encuentro, inevitablemente iba a tener unas cuotas emocionales difíciles de explicar en un texto. A la lógica tensión de toda una final de la Copa Davis había que sumarle la presencia de Roberto Bautista, sólo tres días después del dramático fallecimiento de su padre, como número dos. El recibimiento a Rober hacía presagiar un ambiente improbable en la Caja en todo encuentro en el que no participara Nadal. El público estaba volcado con Bautista y el español, a pesar de todos los males que le rodean, dispuesto a responder a su país.

Enfrente, Frank Dancevic también sorprendía con la alineación de la otra gran perla –junto a Shapovalov– de la nueva camada de canadienses. Felix Auger-Aliassime había estado todo el torneo en la sombra, reservado por sus dolencias en el tobillo hasta el momento justo, una final en la que Canadá no era esperada, pero llegó.

La inactividad del jovencísimo canadiense invitaba a Rober a apretar al inicio para comprobar el estado de su rival, y aunque el castellonense no dudó en saltarse el habitual tanteo inicial, Aliassime no flaqueó un ápice con su servicio, con el que Bautista no pudo hacerle una sola pelota de break en todo el parcial. El número dos español, mucho más experimentado, se dedicaba a marcar los tiempos con su servicio y esperar a la oportunidad, que no iba a llegar hasta el tie break.

La venganza de Bautista con el tie break

Los doce primeros juegos no habían tenido demasiada historia, más allá de una pelota de break solventada por Bautista con su servicio, pero la muerte súbita iba a ser otra historia. Ahí Roberto, todavía con lo sucedido ante Rublev en la cabeza, salió a morder el cuello de su rival. Una mínima duda de Aliassime le daba el primer mini break del encuentro a Bautista, a la postre decisivo para provocar el delirio de la Caja Mágica instantes después.

El primer set era para España pero Roberto, que comenzó de forma similar el martes ante Rusia, sabía que no podía frenar. El molde que tenía enfrente era similar al de Rublev. Aliassime, talentoso hasta la extenuación, debía afectar el golpe de perder el parcial. Ahí debía estar Bautista, que no había podido toser a su rival al resto en el primer set, pero no esperó para sumar en el inicio el primer break del partido, trabajando con su extraordinaria sobre los nervios del canadiense, que fallaba en el punto de inflexión para dejar una ventaja de 3-0 a favor de España.

De nuevo una situación similar a la vivida con Rublev…. y otra vez una oportunidad desaprovechada. Roberto veía despertar a Auger, con un tenis basado en la resurrección de su derecha liftada, y la contienda volvía a igualarse. La polémica volvía a hacer acto de presencia en una eliminatoria de España, pues el punto del 3-3 llegó tras una dudosa decisión de la juez de silla, al relacionar el acierto de Canadá con el ojo de halcón con el punto directo.

Un triunfo en la pista y en el cielo

España protestó, con Bruguera a la cabeza, pero Bautista seguía concentrado en hacer historia. Le debía una a España y no quería compasión ni nada similar. El semblante del castellonense y su capacidad de sufrimiento innata, extrapolada a la pista, le permitía hacer un contrabreak  que levantaba al público de sus asientos. La victoria no se podía escapar.

«¡Vamos!», gritó con rabia Rober en su primer punto tras el 4-2, el juego de mayor nivel desplegado del partido. Se lo llevó Bautista, llevado en volandas por la grada y de nuevo en su mejor versión defensiva, esa que desgastó a Aliassime hasta en los puntos en los que el canadiense se llevaba el gato al agua.

Quedaba lo más complicado, poner el broche a un partido de órdago el luchador herido y comprometido con la causa. Aliassime superó su primera situación de jaque con un juego sufrido, en el que demostró el gran futuro que le espera por delante, pero Bautista estaba llamado por la historia para este día, y a esta hora. Eso fue lo que le dio fuerzas para regresar al equipo tras la muerte de su padre y lo que le permitió obtener recompensa. La victoria más emocionante de los últimos tiempos en el mundo del tenis es de Roberto Bautista Agut.

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