El Barcelona sacará de su filial a un canterano para hacer hueco a un fichaje de Mali

El Barcelona, en otra muestra más de dudosa gestión deportiva, tiene también dilema con su filial. A mediados del pasado diciembre cerró la operación de Ibrahim Diarra, un fichaje procedente de Mali que ahora se encuentra sin sitio en el Barça Atlètic, ya que los culés cuentan con estos momentos con 25 fichas ocupadas, el máximo permitido. Situación que obligará al club a resolver la situación de alguno de sus jugadores, ya sea en forma de traspaso, cesión, rescisión o incluso ascenso al primer equipo.

Diarra ya había realizado una prueba en La Masía en enero de 2023, donde dejó una excelente impresión. Según el comunicado del Barcelona, es un jugador «con envergadura, toque de balón y contundencia», atributos que lo hacen apto tanto para el mediocampo como para desempeñarse en posiciones ofensivas, posiciones en las que necesitaba un cambio el equipo.

Pero la llegada de Diarra al Barça Atlètic denota una vez más la falta de consenso, gestión y lógica en las operaciones del Barcelona. En un momento en el que la situación crítica con las inscripciones de Dani Olmo y Pau Víctor azota a Joan Laporta, también se conoce este punto delicado en el filial culé, con todas las licencias del equipo cubiertas.

De hecho, el técnico del filial, Albert Sánchez ya avisó de esta situación hace unas semanas, tras el empate 2-2 ante el Bilbao Atlètic, el último partido del pasado año, cuando comentó que «para plantearnos entradas, antes debería haber salidas». No ha sido así en estas últimas semanas, quizá volcados de pleno en todo el caso Dani Olmo, pero conscientes de que Ibrahim Diarra, de momento único fichaje del filial culé, no está inscrito tampoco.

Entre las posibilidades que tiene el club culé para resolver esta situación está, por un lado, la opción de ascender al primer equipo al lateral zurdo Gerard Martín, titular en la Copa del Rey y uno de los jugadores que actualmente forma parte de la dinámica del equipo dirigido por Hansi Flick, aunque su rendimiento no está encandilando al alemán y el movimiento implicaría nuevos términos contractuales y toquetear el fair-play financiero blaugrana, que ya sí fluctúa en la norma 1:1.

De no ser esta la opción elegida, quizá la menos dañina para la estructura del filial ahora mismo, ya necesitada, el Barcelona tendría que prescindir de algún jugador. Los menos utilizados por Sánchez, como el senegalés Abdul Aziz o el delantero Joan Piera, son candidatos probables. Aziz, cedido junto a su compatriota David Oduro, solo ha disputado 26 minutos esta temporada. Piera, por su parte, llegó tras superar un período de prueba y ha tenido un rol limitado debido a las lesiones en ataque que han afectado al equipo.

Otra alternativa sería estudiar la cesión o traspaso de algunos jugadores con proyección en otros clubes. Uno de los nombres en este escenario es Pau Prim, quien aún no ha renovado su contrato. También está sobre la mesa la situación de Diego Percan, lesionado de larga duración, aunque su posible regreso en un mes y medio complica tomar una decisión inmediata sobre su ficha.