Champions League: Nápoles-Barcelona

El Barcelona lo deja todo para la vuelta

Barcelona
El Barcelona lo deja todo para la vuelta.
Ignacio Sánchez

El Barcelona desaprovechó una oportunidad de oro para irse al partido de vuelta con ventaja. El Nápoles, que cambió a su entrenador 48 horas antes del choque, mostró una versión aún más gris de lo que viene haciendo esta temporada, pero el conjunto azulgrana no pudo beneficiarse de ello. Victor Osimhem puso la igualada tras un primer gol de Lewandowski nada más cumplirse la hora de encuentro.

Gündogan recibió un gran pase filtrado de Cancelo en el borde del área, que dejó la defensa a cuadros y sin entender nada. El ex del Manchester City asistió a Lamine Yamal, que encaró y disparó, pero su disparo se fue por encima de la portería. Minuto 3 y el Barcelona mandaba el primer aviso con la primera gran ocasión del encuentro

Pero las ocasiones del conjunto azulgrana no quedaron ahí. Cinco minutos más tarde, el Nápoles volvía a demostrar que no había salido al encuentro. El equipo italiano perdió la pelota en salida de balón y Lamine Yamal salió a la contra corriendo como un galgo para acabar disparando por segunda vez consecutiva. Esta vez sí fue a puerta, pero Meret rechazó la pelota. En la segunda jugada Gündogan recogió el balón y asistió a Pedri dentro del área, pero el canario se lió y perdió la pelota y una gran oportunidad de poner a su equipo por delante.  Estaba siendo un gran inicio del Barça, o mejor dicho un inicio lamentable de los locales.

Y es que el dominio y las ocasiones no paraban de sucederse. Pasados los 20 minutos de encuentro, Cancelo se adentró en el área por el costado izquierdo y asistió a Lewandowski, que con la espuela intentó el primero de la noche. Ahí estuvo Meret para decirle «no» al polaco.

No fue hasta el 27′ cuando se vio a Ter Stegen en la pantalla. El Nápoles tuvo su primer acercamiento a la portería del Barça, pero acabó en fuera de juego de Osimhem. Era la primera vez que se le mencionaba al nigeriano. El inicio de los locales estaba siendo como su temporada. Para olvidar.

Fueron pasando los minutos y el equipo italiano se desperezó un poco en el encuentro. No obstante, el Barcelona mostraba su superioridad a costa de un Nápoles frágil y débil. Como para no serlo después de cambiar al entrenador 48 horas antes del choque.

Más de lo mismo

El inicio de la segunda parte fue más de lo mismo. El Barcelona dominaba, pero sin ocasiones claras y el Nápoles no conseguía dar tres pases consecutivos. Y es que el conjunto azulgrana estaba obligado a anotar un gol y no dejar vivo a los italianos, pero ni con esas eran capaces de hacer daño a un equipo prácticamente defenestrado.

Como dice el refrán «tanto va el cántaro a la fuente…». Y así fue. Pedri filtró un gran pase en el área para Lewandowski, que en una baldosa recortó y disparó raso y ajustado para que Meret no pudiera hacer nada. Los de Xavi Hernández lo estaban mereciendo y el resultado hizo justicia con el 0-1 nada más cumplirse la hora de partido.

Pero es que el gol fue un oasis dentro del soporífero partido entre el Barcelona y el Nápoles. Al conjunto azulgrana pareció conformarle el gol y los locales seguían incapaces de hacer un mínimo de daño a su rival. Ni los cambios, ni siquiera el apoyo incondicional de su público aupaban a los napolitanos a hacer el gol de la igualada.

Gol de Osimhem

Osimhem volvía a jugar con el Nápoles dos meses después, con previo paso en la Copa África, y mostró su versión más gris desde que es jugador en Italia. Pero al nigeriano se le caen los goles pese a su mal estado de forma y eso hizo. El ‘9’ del Nápoles se zafó en el área de Iñigo Martínez, controló, el defensa español acabó en el suelo, y el ariete africano sólo tuvo que introducir la pelota dentro de la portería de Ter Stegen. El estadio Diego Armando Maradona estallaba de júbilo.

Restaban 15 minutos y el Barcelona se volvía loco por anotar un segundo gol que le diera la ventaja para la vuelta, pues el empate a uno era un resultado muy negativo y más todavía viendo lo mal que había estado el Nápoles durante el partido.

El Barcelona dejó vivo al Nápoles de cara al partido de vuelta. Los de Xavi Hernández no tuvieron ocasiones manifiestas de gol más allá del propio tanto de Lewandowski, pero el equipo italiano mostró una imagen muy pobre en estos octavos de final de la Champions League.

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