El Atlético toma de su propia medicina

El Atlético de Madrid cayó derrotado por 2-1 ante el Bayer Leverkusen en un partido en el que los alemanes defendieron y aprovecharon las que tuvieron, aunque tuvieron la fortuna de que su primer tanto fuese un autogol de Thomas. El segundo, obra de Volland, y el solitario gol de Morata, no trastocan los planes del cuadro que dirige el Cholo Simeone, que sigue teniendo todo de cara para estar en los octavos de final de la Champions League…aunque podría repetirse la historia del curso pasado y ser segundos de grupo.

Los rojiblancos, que ya conocían antes de que rodase el balón el resultado de la Juventus, que venció 1-2 al Lokomotiv de Moscú, tenían en su mano firmar la clasificación matemática para los octavos. Ganar era una de las opciones, mientras que la otra era repetir lo que sucedió en Dortmund el año pasado cuando cayeron derrotados. Y el Atlético, sufridor por antonomasia, parece que optó por la segunda opción.

El peor equipo de la Champions, junto al Atalanta, recibía a un cuadro colchonero que salía con todo. Pocos cambios hacía el Cholo, tampoco puede por las lesiones, pero en la delantera saltaba la mayor novedad: Diego Costa era titular. Junto a él, Morata. Por detrás una línea de cuatro formada por los ya habituales Saúl, Koke, Thomas y Correa. En la defensa aparecía la otra noticia: Arias dejaba en el banquillo a Trippier. El resto, los conocidos: Lodi, Felipe y Hermoso. El guardián del arco no podía ser otro que Jan Oblak.

El césped del Bay Arena no presentaba sus mejores galas y eran los futbolistas los que pagaban el plato. La primera mitad fue del Bayer Leverkusen, que sin generar grandes ocasiones de peligro fue superior a un Atlético que nos tiene acostumbrados en las últimas semanas a firmar partidos a lo Harvey Dent, el villano de Batman, más conocido como Dos Caras.

El Atlético, dominado

De hecho, el gol de los locales, en el minuto 41, fue en propia meta. Si hablábamos de villanos, fue Thomas el que se puso el traje. Séptimo córner que sacaba el Leverkusen, salvaba Oblak un gol olímpico y en el centro posterior, el centrocampista trata de despejar de cabeza e introduce el balón en su propia portería. Mazazo para los colchoneros, que no merecían ese tanto pese a ser dominados por los germanos.

Tampoco estaba fino Felipe, que se unía a la lista de villanos del partido. El central brasileño erró varios pases y en algunas salidas al cruce, pero lo peor llegó antes del tanto del Bayer cuando, cómo no, en un córner botado al primer palo, peinó el esférico y se estrelló en el travesaño del arco de Oblak. Una especie de primer aviso que no espabiló a los del Cholo Simeone. Sí lo hizo el autogol de Thomas, pero no quedaba tiempo material del primer acto para ser capaces de igualar la contienda antes del intermedio.

Algo tenía que cambiar en la reanudación para que los rojiblancos -celestes esta noche- pudieran hacer un tanto. El Cholo aprovechó que un pelotazo de Saúl, que volvía al estadio donde empezó su calvario con el riñón, a Aránguiz dejó K.O. al chileno para hacer el primer movimiento. El ilicitano tuvo que moverse a su ‘otro puesto’, el lateral izquierdo, porque Simeone quitaba a Lodi para dar entrada a un Lemar que le hace más falta firmar un buen partido que a Albert Rivera un artilugio para acudir a un debate.

Volland sentencia al Atlético

Esa banda izquierda de los colchoneros quedó debilitada con el parche de Saúl, además de que era Bellarabi el que atacaba por ahí. Un centro del extremo del Leverkusen llegó a pies de Volland, que pudo controlarla y ajustarla al palo para que ni los habituales milagros de Oblak pudieran impedir su gol. 2-0…y Diego Costa, al banquillo. El hispanobrasileño sigue sin ser él. Entraba Vitolo y permitía a Correa adelantarse a la posición en la que ha brillado en las últimas semanas.

Fue irse Diego Costa y el balón comenzaba a fluir mejor en zona de tres cuartos. Lemar, con una falta, Correa y Saúl intentaron recortar distancias, pero el guardameta del Leverkusen había echado el cerrojo. El tiempo seguía corriendo y en el 70′ le llegó el momento a Correa, que se marchó dejando su puesto a Héctor Herrera, siendo Vitolo el que ahora adelantaba su posición. La tuvo el canario y también disfrutó de otra Morata, que la metió, pero como de costumbre, estaba en fuera de juego y el linier levantó el banderín y el ‘Gran Hermano’ del VAR lo ratificó.

La historia parecía muerta en Leverkusen, pero los locales pudieron hacer el tercero si Oblak, Hermoso y compañía no llegan a sacar el balón sobre la línea. Instantes después, una trifulca que se saldó con cuatro amarillas, dos para cada bando. El esloveno y Morata se llevaron la cartulina por el pique que mantuvieron con el corpulento Tah. Restaban 10 minutos, pero el partido había acabado ahí. El Atlético desconectó y lo único que le hizo volver al choque fue una entrada criminal de Amiri a Arias que se saldó con roja directa. La reacción fue tardía, en el 93′. Morata, que está enganchado al gol, recortó distancias y pudo empatar, pero esta vez el portero del Leverkusen se convirtió en Oblak obrando el milagro, haciendo que entre defensa férrea, suerte y paradas, el Atlético acabase tomando de su propia medicina en Alemania.