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Éste es el truco que usan los profesionales para quitar las manchas amarillas de la ropa

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Camiseta blanca con mancha amarilla. Foto: Pixabay
  • Ana López Vera
  • Máster en Periodismo Deportivo. Pasé por medios como Diario AS y ABC de Sevilla. También colaboré con la Real Federación de Fútbol Andaluza.

¿Te has encontrado alguna vez con manchas amarillas en tu ropa que parecen imposibles de quitar? Los profesionales tienen un truco infalible para devolverle el color original a tus prendas favoritas y que luzcan un aspecto impecable.

El truco para quitar las manchas amarillas sin esfuerzo

Uno de los métodos más sencillos y económicos para quitar las manchas amarillas de la ropa es utilizar bicarbonato de sodio. Se trata de uno de los blanqueadores más populares y efectivos. Con estos pocos pasos podrás dejar como nuevas tus prendas de vestir:

  1. Humedece la zona de la prenda donde se encuentren las manchas amarillas.
  2. Prepara la disolución de bicarbonato. Puedes añadirle un poco de agua o limón.
  3. Aplica esta mezcla sobre las manchas y déjala que actúe durante unos minutos.
  4. Luego, frota las manchas suavemente con un cepillo de dientes viejo o con la mano.
  5. Posteriormente, lava la prenda como de costumbre y verás cómo las manchas amarillas desaparecen.

Así de fácil y rápido es este truco para quitar las manchas amarillas de tu ropa. Ésta es una de las formas más usadas por los profesionales aunque hay varias que también son muy efectivas.

Otros métodos para quitar las manchas amarillas de la ropa

Hay varias fórmulas para quitar las manchas de tu ropa. Usar bicarbonato de sodio es una de las más conocidas. También puedes usar lejía, un producto de limpieza que nunca falla. Para ello, deberás ponerte guantes para proteger tu piel y mezclar unos 100 mililitros de lejía con agua fría. Luego, basta con introducir las prendas en el recipiente que prefieras y dejarlas en remojo durante una media hora.

Finalmente, retira la ropa y lávalas en la lavadora. Si las manchas no desaparecen, debes frotarlas con un cepillo. Si lo prefieres, añade directamente este producto en el cajón de la lavadora para evitar lavar las prendas a mano.

Para las prendas más delicadas como la seda o lana es recomendable usar vinagre blanco siguiendo el mismo procedimiento que el realizado con la lejía.

Otro gran aliado puede ser el zumo de limón, ya que sus propiedades ácidas funcionan como blanqueante. Sólo tienes que aplicar unas gotas de su jugo sobre las manchas amarillas y dejar que actúe unos 20 minutos aproximadamente. Después, lava las prendas como haces habitualmente.

Por último, puedes recurrir al agua oxigenada. Esta opción puede dañar algunos tejidos delicados por lo que hay que prestar atención al tipo de prenda sobre el que lo usas.

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