Este es el pueblo alemán que construye sus casas en los troncos de los árboles

La Selva Negra, conocida como Schwarzwald en alemán, es uno de los destinos turísticos más populares en Alemania, conocido por sus densos bosques, ríos, cascadas y encantadores pueblos. Además de los famosos relojes de cuco y los paisajes de ensueño, si estás planeando un viaje a la región, te encantará descubrir el pueblo con casas sobre troncos de árboles. ¡Parece sacado de un cuento!

Seelbach, el pueblo más especial de Alemania

Situada en un lateral de la Selva Negra, al norte de Friburgo (un destino popular y obligado), la localidad de Seelbach se encuentra cerca de la frontera con Francia, marcada por el río Rin. Los paisajes son igualmente impresionantes en esta zona, pero destaca un complejo de alojamiento llamado Baumhaus Dörfle como una opción atractiva si buscas quedarte en este lugar.

Alrededor de una torre de observación que ofrece unas vistas espectaculares, se encuentran las casas de madera del complejo, cada una elevada sobre troncos a más de cuatro metros de altura. Estas viviendas, con un área de aproximadamente 65 metros cuadrados, constan de dos dormitorios, cocina, sala de estar, baño y un encantador balcón que ofrece una vista impresionante del entorno. Esta opción de alojamiento supera las expectativas para quienes sueñan con una casa de madera, brindando la posibilidad de una estancia en un entorno lujoso y acogedor.

Las cabañas, construidas mayormente con madera de abeto blanco local y muebles de madera de cerezo, son prácticamente autosuficientes y ecoamigables. A pesar de su enfoque sostenible, ofrecen comodidades modernas como Wi-Fi y televisión. La ubicación en Seelbach resulta perfecta para explorar la Selva Negra, con la cercanía a Gengenbach, una joya medieval a solo 20 kilómetros. Además, desde Seelbach parten rutas de senderismo que permiten sumergirse en la autenticidad de la región.

¿Qué ver en Gengenbach?

El encanto principal de este pintoresco pueblo de la Selva Negra reside en la arquitectura de sus edificaciones y la decoración floral, que combinan elementos medievales y barrocos. Tras su reconstrucción tras la Guerra de los Treinta Años, el lugar fue objeto de la ley de conservación histórica alrededor de 1980, lo que contribuyó a su belleza y preservación actuales.

La localidad de Gengenbach estaba rodeada por una muralla circular, de la cual aún se conservan restos, incluyendo cinco de las seis torres-puerta originales. Una de las más notables es la Obertorturm, ubicada al norte, que destaca por su bello balcón con flores, un reloj de sol datado en 1618 y el escudo de la ciudad, que muestra el águila imperial debido a su pasado como ciudad imperial libre. Esta torre, cuyo nombre significa «torre superior», exhibe un rastrillo en su parte exterior, manteniendo así su encanto histórico y arquitectónico.

La plaza central de Gengenbach, llamada Marktplatz, es un lugar animado y emblemático que alberga el mercado donde los agricultores locales venden sus productos. En el centro de la plaza se erige la fuente del mercado, con un caballero de piedra del siglo XVI sosteniendo el escudo de la ciudad sobre cuatro caños floridos, siendo esta la única fuente de agua de la ciudad en el pasado. El ayuntamiento, con una fachada neoclásica del siglo XVIII, destaca entre los bellos edificios de la plaza, presentando estatuas que representan la Justicia y la Prudencia, así como capiteles que simbolizan a Europa, América, Asia y África.

Justo al lado de la Marktplatzbrunnen se sitúa el Palacio Löwenberg, ahora convertido en un museo. Ofrece la oportunidad de explorar el interior de una casa noble del siglo XVIII, y alberga exposiciones de arte contemporáneo y fotografía, que incluyen colecciones de marionetas históricas y una sala de espejos, entre otras muchas atracciones.