Coronavirus: Una mujer resucita tras ser dada por muerta y recibir sus familias las cenizas
Una mujer fue dada por muerta en Ecuador pero resucitó
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Parece una situación de película, un sueño para cualquier persona a la que se le muere un familiar y le gustaría tenerlo de vuelta, y en este caso se ha convertido en realidad. Una mujer resucita tras ser dada por muerta a causa del coronavirus, “tan” muerta que incluso sus familias recibieron sus cenizas.
Ha sucedido en Ecuador y la protagonista de esta historia se llama Alba Maruri Granda, una mujer de 74 años que fue erróneamente dada por muerta por las autoridades sanitarias en un hospital de Guayaquil. Al estar el país en cuarentena, ningún familiar pudo ir a identificarla y recibieron directamente sus cenizas… o lo que parecía que eran sus cenizas.
¿Cómo es posible que una mujer resucita tras ser dada por muerta?
La realidad es que Alba Maruri nunca falleció y la resurrección sigue sin ser un hecho real, todo se debió a una confusión de identidades. Dos mujeres ingresaron el 27 de marzo en el hospital, una de ellas Alba, ambas por coronavirus… y cuando una falleció se le notificó a la familia equivocada, e incluso se le enviaron las cenizas.
La familia de Alba asumió con tristeza el final de la abuela de la familia… hasta que el día 24 de abril una mujer despertó en ese mismo hospital después de varias semanas inconsciente y cuando dijo su nombre se quedaron en shock. Se habían equivocado. Alba Maruri Grande estaba viva y las cenizas enviadas a su familia correspondían a otra persona.
Cuando el hospital se dio cuenta del error envió a un médico, un trabajador social y un psiquiatra a casa de la familia de Alba para darles la noticia y pedir disculpas. Al día siguiente, Alba y su familia se pudieron reencontrar tras su regreso a la vida. La familia está muy feliz de recuperar a la abuela, pero ya han avisado que pondrán una denuncia por los daños morales causados.
¿De quién eran entonces las cenizas? Lo cierto es que a día de hoy, dos semanas después de la confusión, las autoridades ecuatorianas no saben aún a quién pertenecen.