The Lumineers inauguró las ‘Noches del Botánico’ con todas las entradas vendidas
El grupo indie norteamericano The Lumineers fue el encargado de abrir el ciclo de conciertos de las Noches del Botánico en Madrid el pasado lunes, en un concierto ante 3.500 espectadores que colgaron el cartel de ‘sold out’ en este recital que sirvió para presentar su último trabajo, ‘Cleopatra’.
Nadie quería perderse ese ‘Hey Ho’, que fue la cuarta canción del concierto, o ‘Stubborn Love’, y por eso la primera cita de las Noches del Botánico fue un éxito, gracias a la comunión exhibida entre The Lumineers y el público, en el que ha sido el estreno de este nuevo evento musical que traerá al Jardín Botánico Alfonso XIII, ubicado en la Universidad Complutense de Madrid, a artistas como Patti Smith, Robert Plant, Wilco o M83.
Tras hacerse esperar unos minutos, los espectadores parecían adormilarse con la aparición de las primeras estrellas en la noche cuando los acordes de ‘Sleep on the floor’, de la banda formada por Wesley Schultz, Jeremiah Fraites y Neyla Pekarek, les despertaron las ganas de aplaudir, con un espectáculo de luces que se hizo omnipresente durante el concierto.
Este era uno de los temas del nuevo disco del grupo de Denver (Colorado), ‘Cleopatra’, lanzado este año y que supone su segundo álbum de estudio tras su exitoso trabajo ‘The Lumineers’, que en 2012 les lanzó a la fama al mantenerse durante 46 semanas en el Billboard 200, además de valerles numerosas nominaciones a los Grammy.
El grupo liderado por Schultz es también reconocido por sus sencillos y sus directos, como marca su origen, y así es como consiguieron conectar con tanta naturalidad con los espectadores, que se animaron a cantar ‘Ophelia’.
También su versión más folk contagió a las gradas y a una pista repleta de fans, en la que los presentes saltaron, gritaron y bailaron con ‘Flowers in your hair’.
Con la percusión de Fraites como fondo y el violonchelo de Pekarek, el grupo estuvo acompañado por un teclado y dos guitarras en esta actuación en la que los momentos de exaltación se mezclaron con las baladas más calmadas.
Schultz pidió en un inciso a los asistentes que guardaran sus móviles en sus bolsillos y se dispusieran «simplemente a sentir», lo cual algunos hicieron cuando comenzaron las ya míticas estrofas de ‘Ho Hey’, con esas más de tres mil gargantas presentes encargándose de los coros de fondo de esta canción que supuso el primer hit de The Lumineers.
El público parecía disfrutar de este equilibrio entre las canciones clásicas y las del nuevo disco, del que se conocían tan bien las letras que hasta el mismo cantante se lo agradeció.
Los pies de Schultz marcaron un ritmo imparable mientras interpretaban ‘Cleopatra’, ‘Classy girls’ y un ‘Dead sea’ en el que el vocalista aullaba a la noche.
Pekarek y su violonchelo tomaron entonces el protagonismo para hacer sonar ‘Charlie Boy’ y luego ‘Scotland’, antes de que el trío indie dedicase un instante a recordar a los espectadores que proceden de bares pequeños en los que solían tocar y acercar la música a cada oyente, que son un grupo que no teme pisar el suelo.
Y así lo demostraron bajando a la pista y entonando, en medio del público, que se movía en mareas a su alrededor, su nuevo tema ‘Where the skies are blue’. La comunión con la gente ya era total y aprovecharon para dedicar un tema a Dylan, en cuyo estilo se inspiran en parte.
La improvisación no es nueva para The Lumineers, acostumbrados a esas manifestaciones musicales por las calles de Estados Unidos, a un estilo directo y llamativo como el de ‘Big Parade’, que con paradinha incluida acaba convirtiéndose en una vorágine audiovisual con una explosión de confeti sobre un público entregado.
De la voz de Schultz también surgió la calma, como con ‘My eyes’ o ‘Slow it down’, aunque pareció una sensación efímera que se terminó acelerando a cada acorde de la guitarra.
‘Submarine’, ‘Angela’, o ‘Gun song’ hicieron vibrar a las gradas, en un ambiente que el propio cantante definió como «espectacular».
Sin embargo, ‘Long way from home’, escrita tras la pérdida de su padre hace casi una década, consiguió llenar el recinto de un silencio sepulcral, de tal forma que la voz de Schultz hizo eco a lo lejos en la ciudad de Madrid.
Pero The Lumineers es sinónimo de ritmo, de rasgar el alma o envalentonar espíritus, y por eso invitaron por última vez a «levantarse y levantar la voz» para cerrar oficiosamente el concierto con ‘Stubborn Love’, en el que esta sintonía entre músicos y espectadores, entre artistas y público, alcanzó el éxtasis con esa canción a corazón abierto.
Y, después de casi dos horas, una última despedida con ‘This must be the place’, versión de la original de Talking Heads con la que, efectivamente, afirmaron que ese lugar, sobre el escenario y con la gente, «debe ser el hogar».
Tras este fulgurante inicio de las Noches del Botánico, evento multifacético que mezclará distintas generaciones y estilos hasta el 29 de julio, se espera ahora a veteranos como Patti Smith y Robert Plant o valores actuales como Wilco o M83.
Asimismo llegarán la bossa nova de los brasileños Toquinho y Maria Creuza, la canción protesta de los chilenos Quilapayún, el fenómeno viral 2Cellos (que ya ha colgado el cartel «no hay entradas»), The Alan Parsons Project, Gloria Gaynor o Eva Amaral homenajeando a David Bowie
Temas:
- Noches del botánico