CORTES VALENCIANAS

La síndica de Cs se aferra a Puig y al escaño con una ‘reforma express’ de la ley electoral

CS Ximo Puig
Pleno de constitución de las Cortes Valencianas, en junio de 2019.
Ignacio Martínez

La nueva síndica de Ciudadanos en las Cortes Valencianas Mamen Peris ha se ha sumado al propósito del presidente de la Generalitat el socialista Ximo Puig y los socios de gobierno de este último -Compromís y Podemos- por modificar la ley electoral y rebajar la barrera de acceso al Parlamento autonómico del 5% al 3%. La postura de Mamen Peris se produce después de que en mayo de 2021 -hace menos de 2 años- esta misma diputada asegurase que «en estos momentos, eso, no es prioritario», mientras que ahora su discurso es otro: «Estaríamos a tiempo. Si hay voluntad, se puede».

Se da a circunstancia, de que tal como publicó OKDIARIO, la anterior síndica de Ciudadanos, Ruth Merino, que presentó su renuncia el pasado día 12, se marchó alertando de posibles pactos de su formación con Compromís: «Por las manifestaciones que he oído de unos y de otros, parece que va a prevalecer el partidismo y las siglas por encima del interés de los ciudadanos de esta Comunidad. Hasta el punto de poder llegar a pactar gobiernos con Compromís», dejó escrito en su carta de despedida.

El relevo de Ruth Merino como síndica de Ciudadanos en las Cortes Valencianas ha sido Mamen Peris, que fue elegida para esa responsabilidad el pasado día 18 en una reunión del grupo parlamentario a la que asistió también el coordinador nacional del partido Carlos Pérez Nievas. Ahora, es precisamente Peris la que se ha abierto a esta rebaja de la barrera electoral y, por tanto, a un acuerdo con Puig, Compromís y Podemos sobre este particular.

‘Reforma Express’

Tal como ha publicado OKDIARIO, los partidos que conforman el Gobierno valenciano quieren aprobar una reforma express de la ley electoral valenciana para reducir el baremo de acceso a la Costes de la Autonomía del 5% al 3%. Express porque debe hacerse casi con carácter de urgencia para salir adelante. Pero el documento está desde hace tiempo, porque la izquierda valenciana lleva años queriendo sacar adelante esa reforma. El propósito, en estos momentos, es garantizar el acceso de uno de los tres socios del Ejecutivo de Ximo Puig, Podemos, al que las encuestas y sondeos auguran un descenso de votos, de apoyos y, en consecuencia, de representación.

Para el Gobierno de Ximo Puig, la presencia de Podemos en las Cortes en la próxima legislatura tiene una importancia capital. Porque esas mismas encuestas apuntan a un empate técnico entre bloques. Una situación en la que cualquier escaño que vaya a parar a uno o a otro no sólo suma al beneficiario, sino que además resta al perjudicado.

Pero a Puig le hacen falta 66 diputados -dos tercios de la Cámara- para tener la capacidad de modificar la ley. Y con los 52 que cuentan actualmente PSOE, Compromís y Podemos no les da. Ciudadanos, que había rechazado esa reforma en ocasiones anteriores siente ahora la necesidad de asegurar su continuidad en el Parlamento. Y, para ello, la rebaja de la barrera electoral le viene como anillo al dedo. El obstáculo es que sumadas las cuatro fuerzas reúnen 65 diputados, siempre que todos y cada uno de los diputados de esas 4 formaciones acepten apoyar la citada rebaja. Por tanto, les hace falta uno más. Y no lo tienen fácil.

Pero, si en 2021 la propia Mamen Peris afirmaba que era «más urgente» la ampliación del Puerto de Valencia o la reapertura del ocio nocturno «para levantar la economía», ahora defiende que «Estaríamos a tiempo. Si hay voluntad, se puede». No obstante, aunque el propósito final de la reforma de la ley electoral sea éste, Mamen Peris ha introducido también otros argumentos, como el mailing electoral colectivo. Pero lo mollar es la rebaja del baremo.

 

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