Sánchez y Rufián dejan el valenciano fuera de la ley audiovisual, pero dan cabida al catalán

del pino, sanchez
Ignacio Martínez

La ley audiovisual garantizará producciones en todas las plataformas en catalán, euskera y gallego. El acuerdo de última hora entre Sánchez y Rufián, PSOE y ERC, por tanto, deja fuera al valenciano.

Uno de los objetivos que se plantean los defensores de esos imaginarios países catalanes es el de contar no solo con un territorio común que agrupe, entre otros, a Comunidad Valenciana, Cataluña y Baleares, sino también que ese territorio tenga una lengua común: el catalán. Para ello, y para facilitar a su imposición a generaciones venideras, los defensores del catalanismo consideran esencial que el catalán vaya ganado terreno en los contenidos audiovisuales en los tres territorios. Se trata, siempre, de asociar esa lengua al ocio, a la cultura y a valores positivos. De ahí, la reciente campaña de recogida de firmas iniciada por Plataforma per la Llengua, una entidad catalanista generosamente subvencionada por el Gobierno valenciano de Puig, Oltra, Marzà y Podemos en los últimos años, para que los spots publicitarios de las principales marcas jugueteras se emitan en catalán. Y, de ahí también, la insistencia de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) de conseguir que el Gobierno de Sánchez y Podemos garantice producciones en catalán en todas las plataformas televisivas.

Esto último, es ya una realidad tras el acuerdo alcanzado por Sánchez y Rufián, ERC y PSOE, que garantizará esa producción en lenguas cooficiales. En concreto, que se obligue a las plataformas a dedicar cada año 15 millones de euros para la realización de obras en lenguas cooficiales: catalán, euskera y gallego. El valenciano se queda fuera, a pesar que según admite la Constitución española y consagra el Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana, el valenciano tiene esa consideración: la de lengua cooficial en territorio valenciano. Sin embargo, los habitantes de la Comunidad Valenciana podrán ver esas producciones en catalán, pero no en valenciano, que queda arrinconado. El acuerdo, además, va en la misma dirección que una Proposición No de Ley (PNL) que Podemos presentó a inicios de noviembre en las Cortes Valencianas. Pidió entonces que el Gobierno de Puig, es decir, ellos mismos junto a PSOE y Compromís, instara a Sánchez a garantizar el derecho de todas las personas residentes en «territorio lingüístico catalán» a ver y escuchar los medios (televisiones, radios y plataformas) en lengua catalana. En la práctica, aquella iniciativa y el acuerdo alcanzado por Rufián y Sánchez suponen la oficialización ‘de facto’ del catalán como lengua de referencia en todos los territorios de esos imaginarios países catalanes. Aquella iniciativa de Podemos salió adelante con el apoyo de PSOE y Compromís.

Se da la circunstancia de que Comunidad Valenciana, Cataluña y Baleares ya cuentan con una plataforma común de contenidos audiovisuales, de la que participan A Punt, TV3 e IB3: Bon Día TV (Buenos Días TV), con contenidos sociales y culturales, cuya lengua oficial es también el catalán.

El nuevo acuerdo con ERC permitirá al Gobierno de Sánchez sacar adelante las cuentas para 2022, que podían verse sujetas a una batería de enmiendas parciales (16) que los de Rufián tenían previstas presentar en el Senado. Con el nuevo acuerdo Sánchez aprueba los presupuestos, los catalanistas se aseguran una serie de producciones en catalán en todas las plataformas que se verán en esa lengua en la Comunidad Valenciana y el valenciano queda más arrinconado aún.

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