CRISIS EN EL SOCIALISMO VALENCIANO

Ferraz se plantea que Diana Morant releve a Ximo Puig en el Senado para ‘valencianizar’ su imagen

El objetivo es que Morant se dé a conocer en toda la Comunidad Valenciana como futura candidata socialista

Congreso PSPV
Diana Morant y Ximo Puig.
Ignacio Martínez

La dirección socialista de Ferraz se plantea que la que ya es virtual secretaria general del PSOE valenciano, Diana Morant, releve también a Ximo Puig como representante territorial de la Comunidad Valenciana en el Senado de España. Este relevo lleva aparejada la salida de Diana Morant del Ministerio de Innovación, Ciencia y Universidades, del que ella es titular. De hecho, Diana Morant es ministra con Pedro Sánchez desde 2021. En cuanto al ex presidente de la Generalitat Valenciana y aún secretario general del PSPV, la marca valenciana del PSOE, Ximo Puig, su destino es el de ser embajador permanente de España ante Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), una organización con sede en París. La operación no es inminente, pero tampoco puede dilatarse.

El liderazgo de Diana Morant tomará rango de oficialidad en el PSOE valenciano a partir del congreso extraordinario que se celebrará entre el 22 y el 24 de marzo en la localidad castellonense de Benicássim, después de que Ferraz forzara a los otros dos precandidatos oficiales, el secretario general de los socialistas de la provincia de Alicante Alejandro Soler y el alcalde de la localidad valenciana de Mislata Carlos Fernández Bielsa a dar un paso al lado para dejar libre el camino a Diana Morant. La ministra era la que contaba con menos apoyos en territorio valenciano de los tres.

Para ser designada senadora territorial por la Comunidad Valenciana es condición imprescindible, primero, que haya una vacante. Y esa vacante es la que generará la salida de Ximo Puig. Y, segundo, que las Cortes Valencianas aprueben el relevo. Si bien esto último es un mero trámite, en principio.

La designación de Ximo Puig ya le generó un problema al ex presidente de la Generalitat, pero de índole interno. Porque la provincia de Alicante no fue tenida en cuenta en la designación de los senadores territoriales socialistas. Si ahora se marcha Ximo Puig, Castellón también quedará sin representación, porque Diana Morant es de Gandía, en Valencia.

Ferraz quiere elevar el grado de conocimiento de Diana Morant

El motivo que generará todos estos movimientos se fundamenta en la necesidad de que Diana Morant, en su condición de futura secretaria general de los socialistas valencianos y a priori futura también candidata a la Generalitat Valenciana, se dé a conocer por toda la Comunidad Valenciana, porque el grado de conocimiento que la población valenciana tiene de ella es ahora mismo muy bajo para lo que necesita quien tiene decidido optar a la Generalitat.

Esto, es lo contrario que les ocurre a los que hasta este martes eran los otros dos precandidatos a la secretaría general de los socialistas valencianos: Alejandro Soler y a Carlos Fernández Bielsa. Ambos y, sobre todo, el segundo, sobradamente conocidos en territorio valenciano. Pero, Ferraz, les ha forzado a integrarse en una candidatura encabezada por Diana Morant. Y los dos han aceptado para no contrariar a Pedro Sánchez.

Con ello, la designación de Diana Morant para ostentar sin competencia en unos comicios internos la secretaría general de los socialistas valencianos también acaba de un plumazo con las que se preveían como las Primarias más disputadas en la historia del PSPV.

Sánchez no quiere que le identifiquen con una derrota

Pero Pedro Sánchez no se ha querido arriesgar a que la derrota de uno de los tres candidatos que optaban al PSPV pudiera interpretarse en clave interna o desde fuera como la de su candidato, el que le representaba a él. Porque esta interpretación, fuera cierta o no, llevaba aparejada una sensación de debilidad y podría abrir grietas en otros territorios. Por ello, ha preferido tener un congreso tranquilo, con una sola candidatura, aunque con ello el futuro del socialismo valenciano sea más que incierto.

Por lo que respecta a Diana Morant, la ministra tiene un problema para darse a conocer en la Comunidad Valenciana: que un ministerio como el que ella encabeza no es una panacea para elevar su grado de conocimiento en la Comunidad Valenciana. Máxime, como parte de un gabinete ministerial tan amplio como el actual de Pedro Sánchez.

Tampoco, le permite dedicar todo su tiempo a un territorio que necesita una extraordinaria atención, como es la Comunidad Valenciana. Y a un partido, el PSPV, en el que si quiere generar verdadera credibilidad y liderazgo ante las bases, le va a tener que destinar mucha energía, trabajo y horas.

Y, por último, pero no menos importante, la continuidad de Diana Morant en el Gobierno de Pedro Sánchez favorece que se asocie la imagen de ambos. Es decir, que las críticas hacia ella permiten visualizar como destinatario final de las mismas a Pedro Sánchez.

Y esta circunstancia es un problema para Diana Morant en un momento en que, por ejemplo, está sobre la mesa una más que posible prórroga de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2023 a este años 2024. En esas cuentas, la provincia de Alicante y la Comunidad Valenciana estaban a la cola de las inversiones del Estado. Este hecho provocó en su día movilizaciones en Alicante en las que, por cierto, no participó Ximo Puig.

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