Doble vara de Compromís en Educación: subvenciones al catalán y recorte de plazas de docentes

Compromís Vicent Marzà
El ex consejero de Educación de la Generalitat Valenciana Vicent Marzà.
Ignacio Martínez

La Consejería de Educación de la Generalitat Valenciana, que dirige Vicent Marzà (Compromís), ha reducido la convocatoria de Oferta Pública de Empleo (OPE) del cuerpo de maestros para este año 2022 a 1.228 plazas, menos del 50% de las inicialmente previstas, que se elevaban a 2.500. Se da la circunstancia de que Marzà ha sido muy activo en la concesión de ayudas y subvenciones a la promoción del catalán a entidades como Plataforma per la Llengua o Acció Cultural.

La nueva oferta de plazas tiene carácter oficial desde su publicación, ayer, en el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) y establece la convocatoria de procedimiento selectivo en las especialidades de Educación Infantil (368), Inglés (128), Educación Física (34), Música (31), Audición y Lenguaje (62), Pedagogía Terapéutica (132) y Educación primaria (453). De esas plazas, 122, el 10%, constituyen reserva de discapacidad funcional.

El enorme recorte de la oferta de plazas (la reducción supera el 50% de las previstas inicialmente) ha generado quejas y se suma a otros graves problemas relacionados no sólo con la propia docencia sino con la capacidad e infraestructura de algunos centros, como es el caso de un instituto en la localidad de Bétera (Valencia) que tuvo que habilitar como aula la cafetería porque ya no le caben más alumnos. Ahora, la Central Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF) ha considerado «inadmisible» la reducción de la oferta de plazas para docentes en 2022 porque atenta contra el objetivo de reducir la precariedad y el abuso de la temporalidad en el sector docente. Además, el sindicato entiende que la medida perjudica a los miles de opositores que llevan años preparándose para unas pruebas que fueron convocadas en 2019 y que en 2020 se suspendieron a causa de la pandemia.

El descontento de una parte de los docentes del sistema educativo valenciano, que dirige Marzà, tiene antecedentes. El más cercano, el pasado diciembre, cuando el consejero mantuvo una encendida polémica con los profesores de de Religión tras abogar por la supresión de esa asignatura. Entonces, los docentes, a través del sindicato USOCV le respondieron que la enseñanza de la Religión era buena para la sociedad porque aporta conocimiento, ética, valores y actitudes como la tolerancia, el respeto y el espíritu cívico.

Frente a esta política de recortes en la oferta de empleo para personal docente, Marzà, que es también consejero de Cultura en el Gobierno valenciano, se ha caracterizado, por su generosidad a la hora de repartir subvenciones y ayudas a entidades para la promoción del catalán. A finales de 2020, Educación repartió 2,5 millones de euros en ayudas para fomento del valenciano a entidades como Acció Cultural (60.000 euros) , Plataforma per la Llengua, la entidad que promovió una campaña para denunciar en centros educativos a quienes no hablasen en catalán, (77.000) o Escola Valenciana (125.000). La Consejería de Educación también aprobó, a finales del pasado año, tal como publicó OK DIARIO, ayudas para el fomento del valenciano en los medios de comunicación por valor de 126.000 euros a una empresa relacionada con los hermanos del presidente de la Generalitat Valenciana, el socialista Ximo Puig.

Para todas estas ayudas no hubo recortes, pero ahora sí los hay para la oferta de plazas de docentes inicialmente previstas para el ejercicio que acaba de comenzar.

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