Cuevas de los Verdes: un paraíso natural en Canarias

Para quien tiene pensado visitar la isla, las Cuevas de Lanzarote – Cuevas de los Verdes es uno de los lugares más maravillosos. Se encuentran ubicadas al noroeste de la isla en el municipio de Haría, dentro del malpaís de La Corona. Esta área de la tierra está cubierta por lava solidificada, por lo que la superficie se torna sinuosa, estéril y árida. Canarias se encuentran rociada de malpaís, dándole a su paisaje natural una belleza especial por la herencia de las erupciones volcánicas que forjaron el archipiélago en llamas, hace cientos y miles de años.

Explorando más a las Cuevas de los Verdes y los volcanes de Lanzarote

Explorar las Cuevas de los Verdes en Lanzarote sería una buena razón para revelar los secretos de la isla escondidos debajo de las rocas. De esta forma, visitar estas cuevas sería una lección completa de geología y vulcanología.

La cueva es uno de los tubos volcánicos más largos del mundo, 7,6 kilómetros atravesados por numeroso pasaje, algunos aún sin haber sido descubierto por los investigadores. Las Cuevas de los Verdes fueron creadas hace más de 5000 años por la erupción del volcán La Corona, lo que produjo un cambio drástico en la isla para siempre.

El cráter que es el punto de acceso a la cueva, dirige hacia los túneles creados por la lava. Después de enfriarse y solidificarse dejaron las distintas formas en las rocas a lo largo de las galerías y túneles creados por el calor de la lava.

La parte superior de la corriente de lava se enfrió y se solidificó en una costra, cuando el interior todavía fluía. Más tarde el arroyo se vació, dejando solo costra.

Este tubo tiene una longitud de 6 km hacia el interior y continúa por debajo del mar hasta 1,5 km. Se considera uno de los tubos más largos que pasan por debajo del mar, por lo que se lo suele conocer con el nombre de túnel Atlantis.

Montaje de las Cuevas de los Verdes  

Las Cuevas de los Verdes a diferencia de los Jameos del Agua, solo tienen un lugar por donde se puede entrar y salir. Su recorrido es todo subterráneo, permitiendo explorar unos 2 km del tubo de lava.

En la década de 1960, Jesús Soto instaló una sencilla iluminación en el tubo para que los arqueólogos y científicos pudieran trabajar de forma segura. Originariamente también trató de instalar un programa de música con luz, pero se consideró inseguro por lo que n se llevó a cabo su instalación.

Por lo que hoy se puede disfrutar solo de las luces y de transitar por su fascinante entorno.