Ammonites: qué son, cómo vivieron en el planeta y por qué desaparecieron
Descubre qué son los ammonites, cómo vivieron en el planeta Tierra durante millones de años y por qué son clave para entender la evolución y extinción de especies marinas.
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Los ammonites son uno de los fósiles más icónicos que han dejado su huella en la geología de la Tierra. Son un símbolo de los océanos antiguos y dan pistas sobre el pasado prehistórico. Veamos qué son, cómo vivieron y por qué desaparecieron.
¿Qué es un ammonite y cuándo existió?
Los ammonites son moluscos cefalópodos extintos. Habitaron los océanos del planeta durante más de 300 millones de años. Están emparentados con los modernos calamares, pulpos y nautilos.
Aparecieron durante el período Devónico, hace aproximadamente 400 millones de años. Su extinción de produjo al final del Cretácico, hace unos 66 millones de años.
Características principales de los ammonites
La característica más distintiva de estas criaturas era su concha en espiral, que las protegía y les permitía flotar. Tales conchas crecían en forma de cámara y estaban divididas en compartimentos internos llamados cámaras, conectadas por un tubo que regulaba la flotabilidad.
El cuerpo del ammonite estaba alojado en la cámara más externa. Incluía tentáculos para capturar a sus presas y un pico córneo similar al de los cefalópodos modernos.
Se cree que algunas especies podrían haber tenido conchas brillantes o iridiscentes. Su tamaño iba desde pocos centímetros hasta más de dos metros de diámetro.
Sus conchas podían ser diminutas, de apenas unos centímetros, o alcanzar tamaños colosales de más de dos metros de diámetro. Gracias a su enorme diversidad y rápida evolución, sus fósiles se convirtieron en auténticas “pistas del tiempo” para los geólogos, que aún hoy los usan como referencia para fechar capas de rocas.
¿Cómo vivían los ammonites en el planeta Tierra?
Los ammonites vivían en la columna de agua y no en el fondo marino. Gracias a su concha podían flotar y moverse mediante propulsión a chorro. Expulsaban agua a través de un sifón y esto les permitía desplazarse o mantenerse suspendidos.
Su dieta incluía plancton, pequeños crustáceos y otros organismos marinos. Los ammonites también eran presa de depredadores marinos como los mosasaurios, los plesiosaurios y los peces grandes.
En cuanto a su forma de vida, estos animales no eran simples habitantes pasivos del mar. Su concha estaba dividida en cámaras internas que podían llenarse de gas o líquido, un mecanismo que les permitía regular su flotabilidad y desplazarse por la columna de agua con cierta agilidad. Desde la última cámara emergía el cuerpo blando con tentáculos, que usaban para capturar presas. Todo apunta a que fueron cazadores activos, alimentándose de pequeños crustáceos, peces juveniles e incluso de carroña cuando la ocasión lo permitía.
El papel de los ammonites en la historia de la vida marina
Al ser tanto depredadores como presas, los ammonites formaban parte de cadenas alimenticias complejas. Ocupaban nichos ecológicos similares a los de los peces modernos.
Los ammonites también reciclaban nutrientes. Se alimentaban de plancton y otros organismos, lo cual ayudaba a mantener el equilibrio en las comunidades marinas.
¿Por qué se extinguieron los ammonites?
La extinción de los ammonites ocurrió durante el evento de extinción masiva del Cretácico-Paleógeno, que también acabó con los dinosaurios. La causa fue el impacto de un asteroide en lo que hoy es la península de Yucatán, en México.
Este impacto provocó un cambio climático severo. Esto devastó las cadenas alimenticias marinas. Otros factores fueron la acidificación de los océanos y la competencia con especies emergentes.
¿Qué nos enseñan los ammonites sobre la evolución?
Los ammonites son un ejemplo de evolución adaptativa. Su diversidad de formas y tamaños refleja cómo se adaptaron a diferentes entornos marinos a lo largo de millones de años.
Así mismo, los ammonites muestran cómo las especies responden a las presiones ambientales. Durante los períodos de calentamiento global o cambios en el nivel del mar, surgieron nuevas formas de conchas que probablemente reflejaban sus adaptaciones a nuevos hábitats.
Ammonites y su importancia en la paleontología moderna
Los ammonites son herramientas esenciales para la datación de rocas sedimentarias en la paleontología. Ciertas especies son fósiles índice, o sea, su presencia en una capa de roca permite a los científicos determinar su edad relativa con precisión.
Esto ha ayudado a reconstruir la cronología de eventos geológicos y biológicos en la Tierra. Así mismo, sus fósiles brindan información sobre las condiciones ambientales del pasado, como la temperatura del agua o la salinidad.
Dónde encontrar fósiles de ammonite hoy
Los fósiles de ammonites se encuentran en todo el mundo, especialmente en las regiones que alguna vez estuvieron cubiertas por mares antiguos. Lugares como el sur de Inglaterra, el oeste de Estados Unidos y el norte de África son conocidos por sus yacimientos ricos en ammonites.
En América Latina, países como México y Argentina también albergan fósiles espectaculares. El Museo de Historia Natural de Londres o el Smithsonian en Washington exhiben impresionantes colecciones de ammonites.
Aunque algunos de sus parientes, como los nautilus, consiguieron resistir, los ammonites se extinguieron para siempre. No obstante, su legado sigue vivo en forma de fósiles que hoy podemos admirar en museos y colecciones. Son mucho más que simples conchas petrificadas: representan una historia de éxito evolutivo y, al mismo tiempo, un recordatorio de lo frágil que puede ser la vida frente a los cambios del planeta.
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