Paleontología

Estupefacción en Teruel por el hallazgo del esqueleto de tortuga más completo del Cretácico en Europa

Esqueleto de tortuga
Paleontólogos trabajando con el esqueleto de tortuga en Teruel. Foto: Fundación Dinópolis.

Otro hecho se suma a los hallazgos paleontológicos de Teruel. Esta vez, la localidad de Ariño, situada en la comarca Andorra-Sierra de Arcos, fue escenario del descubrimiento del esqueleto de tortuga más completo del Cretácico hallado hasta ahora en Europa. Este fósil pertenece a la especie extinta Plastremys lata, cuyo origen se había situado antes en Reino Unido.

El hallazgo tuvo lugar en la Mina Santa María, un yacimiento ya conocido por su riqueza paleontológica, especialmente en lo relativo a vertebrados del Cretácico Inferior. El estudio detalla que el material recuperado incluye un esqueleto de tortuga casi completo, además de restos aislados de otros ejemplares.

¿Por qué el hallazgo del esqueleto de tortuga más completo del Cretácico en Europa causó tanto furor?

El hallazgo del esqueleto de tortuga de Plastremys lata en Teruel representa el ejemplo más completo hasta ahora conocido de este grupo en Europa. Además, se trata del registro más antiguo de esta especie a nivel global.

Uno de los datos más relevantes del estudio de este esqueleto es la constatación, por primera vez, de la coexistencia de dos especies extintas del grupo Helochelydridae en un mismo yacimiento. Esta evidencia es excepcional a nivel mundial, ya que los registros anteriores de estas tortugas basales se limitaban a restos fragmentarios dispersos.

La investigación, publicada en la revista Cretaceous Research, fue realizada por miembros del Grupo de Biología Evolutiva de la UNED junto con paleontólogos de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis.

Los Helochelydridae fueron un linaje extinto de tortugas terrestres que vivieron durante el Cretácico y cuya presencia se documentó en Europa y Norteamérica.

¿Qué descubrieron los científicos al analizar este esqueleto de tortuga?

El análisis detallado de los fósiles permitió identificar elementos del cuerpo que no se habían observado en ejemplares anteriores.

El esqueleto de tortuga recuperado en Ariño incluye no solo el caparazón, sino también vértebras, parte de las cinturas escapular y pélvica y otros huesos apendiculares. Esta riqueza morfológica ha hecho posible una revisión del conocimiento anatómico de la especie.

En el mismo estudio también se ha reexaminado el estatus de Trachyaspis turbulensis, el primer taxón de tortuga mesozoica definido en España, descrito en 1957 a partir de restos encontrados en Gargallo, también en Teruel.

Tras comparar ese material con el nuevo fósil de Ariño, los investigadores han decidido reasignar el antiguo ejemplar a la especie Plastremys lata, resolviendo así una duda taxonómica que se arrastraba desde hace más de seis décadas.

Según destaca SINC (Servicio de Información y Noticias Científicas), la revisión del estatus de este ejemplar aporta claridad al registro fósil ibérico y mejora la comprensión del linaje Helochelydridae en la península.

El yacimiento de Ariño y su valor paleontológico

La Mina Santa María de Ariño se consolida como uno de los yacimientos más importantes del Cretácico Inferior en Europa.

Desde que comenzaron las excavaciones en colaboración con el Grupo SAMCA, se han recuperado miles de fósiles, entre ellos especies inéditas de dinosaurios como Proa valdearinnoensis y Europelta carbonensis, así como plantas fósiles y ejemplares conservados en ámbar.

La identificación simultánea de varias especies del mismo grupo en un único yacimiento no solo refuerza la importancia científica del enclave, sino que plantea nuevas preguntas sobre la diversidad ecológica en esta zona durante el Cretácico.

En esta línea, según SINC, los nuevos datos también confirman la presencia de variabilidad intraespecífica entre los individuos recuperados en Ariño, lo que refuerza el interés científico del conjunto fósil.

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