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Confirmado el cambio de hora en España: el giro que llega a partir de este día

El cambio de hora en España
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

A medida que avanza el mes de agosto y se acerca el mes de septiembre, pensamos inevitablemente en el otoño. Esta estación nos regala paisajes de ensueño con la caída de los hojas y nos ofrece un alivio a las sofocantes temperatura veraniegas. Pero, además, el otoño trae consigo un nuevo cambio de hora en España para dar la bienvenida al horario de invierno. Un horario con el que no todo el mundo está de acuerdo, ya que conlleva que implica un anochecer más temprano.

El origen del cambio de hora se remonta al siglo XVIII, cuando Benjamin Franklin planteó la idea para aprovechar mejor la luz solar y, de esta manera, ahorrar energía. Sin embargo, la medida no se empezó a aplicar de forma oficial en diferentes países hasta principios del siglo XX. En España, el primer cambio de hora tuvo lugar en el año 1918, durante la Primera Guerra Mundial. Desde entonces, se ha mantenido esta práctica, aunque su final está previsto para el próximo año 2026.

El próximo cambio de hora en España

«En Europa, cambiar la hora en primavera y otoño es una costumbre que ya existía antes de la Unión Europea. Se implantó por primera vez durante la Primera Guerra Mundial, para ahorrar energía, y en muchos países volvió a instaurarse en los años 70. La Directiva actual entró en vigor en 2001. Conforme a lo dispuesto en ella, todos los Estados miembros cambian al horario de verano el último domingo de marzo y vuelven a su hora oficial (horario de invierno) el último domingo de octubre».

Este otoño, el cambio al horario de invierno tendrá lugar el próximo 26 de octubre de 2025. Los relojes se retrasarán una hora, lo que provocará cambios significativos en los horarios tanto de amanecer como de anochecer. Durante el otoño, los días se empiezan a acortar progresivamente, hasta alcanzar el solsticio de invierno, el día más corto del año.

Por ejemplo, mientras que en verano amanece cerca de las 07:00 horas, tras el cambio de hora en España se puede retrasar hasta las 08:00 horas. Mientras, el anochecer se puede adelantar de las 21:30 horas a las 18:30 horas.

El planteamiento original de esta medida era el ahorro energético pero, con los avances en la eficiencia de los aparatos electrónicos y electrodomésticos, el uso de la iluminación LED y los cambio de hábitos de vida, el efecto actual sobre la factura de la luz es mínimo. De hecho, el  Ministerio para la Transición Energética reconoció en 2019 que no existen informes recientes ni evidencias claras que confirmen un impacto significativo en el ahorro.

Efectos sobre la salud

El cambio al horario de invierno altera la percepción de la luz natural e influye en la salud de las personas. Los expertos señalan que «la modificación del reloj biológico, aunque sea de solo una hora, puede generar alteraciones en el sueño, el estado de ánimo y la concentración» (Ministerio de Sanidad, 2020).

Este ajuste obliga al organismo a adaptarse a nuevos horarios de luz y oscuridad, lo que puede afectar al ritmo circadiano, es decir, al reloj interno que regula los ciclos de sueño, hambre y actividad hormonal.

Uno de los efectos más frecuentes es la dificultad para conciliar el sueño o despertarse a la hora habitual. Según un estudio de la Sociedad Española de Sueño, «los primeros días posteriores al cambio de hora se observa un incremento en los problemas de insomnio y en la somnolencia diurna» (García et al., 2019).

Asimismo, la disminución de la luz solar puede provocar trastornos del estado de ánimo, especialmente en personas susceptibles a la depresión estacional. La Fundación Española de Psiquiatría afirma que «la falta de exposición a la luz solar puede agravar síntomas de tristeza, apatía y cambios de apetito, fenómenos relacionados con el trastorno afectivo estacional» (FEP, 2021).

Asimismo, algunos estudios sugieren que «los cambios bruscos de horario se asocian con un incremento temporal en los eventos cardiovasculares, como infartos y accidentes cerebrovasculares» (Huang et al., 2018). Este riesgo, aunque leve, está relacionado con el estrés que provoca en el organismo el ajuste del reloj biológico y la alteración del sueño.

En resumen, aunque el horario de invierno se adopta con la intención de aprovechar mejor la luz natural y mejorar la eficiencia energética, es importante reconocer que «la transición puede provocar efectos en el sueño, el estado de ánimo, la concentración y la salud cardiovascular» (Ministerio de Sanidad, 2020).

¿Fin en 2026?

El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el Calendario del periodo de la hora de verano para los años 2022 a 2026 en la Orden PCI/41/2019, de 21 de enero. En dicho documento se recogen las fechas oficiales de los cambios de hora en España hasta 2026. A partir de ese año, el futuro de esta práctica dependerá de las decisiones que se adopten en el marco de la Unión Europea y la normativa nacional, ya que actualmente no se ha fijado un calendario posterior.

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