Pactos en Cataluña

La disputa por presidir el Parlament amenaza con bloquear el pacto entre ERC, JxCAT y la CUP

JXCat y la CUP pretenden hacerse con el control del Parlament y ERC deberá decidir cual de los dos partidos le interesa más para asegurarse la investidura de Pere Aragonès

Parlament español
Parlament de Cataluña. Foto: EP
Joan Guirado

La formación del próximo Govern de la Generalitat de Cataluña tiene una fecha marcada en el calendario que se convierte en una cita inaplazable: el 12 de marzo. Ese día, como muy tarde, los nuevos grupos parlamentarios deben ponerse de acuerdo para elegir al presidente del Parlament. Con mayoría independentista, y ERC dispuesta a ceder el mando a la CUP, todo apunta a que este cargo será para un diputado de los partidos secesionistas. Pero todo es posible.

JxCAT y la CUP pugnan para hacerse con el control de la cámara catalana en la próxima legislatura. También pretende hacerse con él el PSC, para situar en el cargo a la vicesecretaria del partido, Eva Granados. Aunque todo indica que ERC, JxCAT y la CUP deberían llegar a un pacto, bien para investir a Laura Borràs o a Maria Dolors Sabater, los vetos entre ellos podría aupar a la presidencia a la dirigente socialista.

Las negociaciones en el bando independentista se centran principalmente en la hoja de ruta y la respuesta a acciones como la inhabilitación de cargos. Ese es el principal quebradero de cabeza de JxCAT. Los nombres vendrán después. Pero con la fecha del 12 de marzo acechando para llegar a un acuerdo para la presidencia del Parlament, en ERC quieren hablar ya de nombres y cargos para allanar la investidura de Pere Aragonès como president de la Generalitat.

Carles Puigdemont, desde Waterloo, pretende que la imputada Laura Borràs sea la presidenta del Parlament. Su movimiento es doble: quitarse de encima a su presidenciable, pendiente de juicio oral por varios delitos de corrupción, para situar a Elsa Artadi como mujer fuerte de Junts en el Govern, y obligar al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña a inhabilitar y condenar a la segunda autoridad catalana.

Desde la CUP, que en esta ocasión están dispuestos a asumir un rol institucional, piden poder presidir el legislativo. Es su oferta a cambio de abstenerse en la investidura de Aragonès. La otra alternativa, la de entrar en el Govern, no es bien vista por las bases del partido antisistema. Su presencia pasaría por dirigir la consejería del  Interior, algo que ni ERC ni JxCAT están dispuestos a permitir.

De lo que ocurra de aquí al viernes 12 de marzo dependerá la formación o no de un gobierno independentista. Si no es posible llegar a un acuerdo para investir a Pere Aragonès a finales de este mes, Cataluña se verá abocada a una repetición electoral en verano. Desde ERC, el partido del candidato independentista a la presidencia, cada vez ven más plausible este escenario.

La pelota está en el tejado de ERC, que deberá decidir qué votos le importan más, si los 32 de JxCAT o los 9 de la CUP. Ellos son el puente con ambas formaciones, que aún no se han reunido de forma conjunta. Su prioridad a la hora de ceder la presidencia del Parlament, en la actualidad en manos del republicano Roger Torrent, facilitará o dificultará el acuerdo a tres bandas.

Si ERC da el control de la cámara catalana a Borràs y no cede a las aspiraciones de la CUP en materia policial, como en su petición para disolver los antidisturbios de la policía catalana, los antisistema optarían por bloquear la formación del Govern. Aunque inicialmente llegaron a un principio de acuerdo para meter mano en los Mossos, los hechos de los últimos días han alejado esta posibilidad. Si ERC le regala el Parlament a Sabater, daría argumentos a JxCAT para forzar una repetición electoral.

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