Pactos en Cataluña

ERC estudia ceder la presidencia del Parlament a la CUP para callar a Vox

ERC se aseguraría así la investidura de Pere Aragonès al prescindir de la CUP en el Govern, una de las exigencias de JXCat

ERC
La alcaldesa de Badalona, Dolors Sabater. (Foto: @mariadolorsa)
Joan Guirado
  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

La CUP podría asumir la presidencia del Parlament pese a contar únicamente con nueve representantes en la cámara catalana. Esquerra Republicana está dispuesta a ceder el control del legislativo a los antisistema a cambio de su apoyo a la investidura de Pere Aragonès. El movimiento de ERC, que ayer martes celebró la segunda reunión para la negociación con los cuperos, persigue también callar a Vox situando al frente del Parlament a los que se denominan antifascistas. Tienen de tiempo hasta el 12 de marzo, cuando se constituirá el Parlament, para llegar a un acuerdo.

La candidatura encabezada por Maria Dolors Sabater, que tiene la llave para la formación del Gobierno en Cataluña, ha empezado las conversaciones con unas exigencias de máximos que no pretenden suavizar. La CUP, que a diferencia de las últimas dos elecciones, en esta ocasión, está dispuesta a asumir un rol en el Ejecutivo o en el parlamento, ha pedido poder tener el control de la consejería de Interior o bien la presidencia del legislativo, que seguramente ocuparía la propia Sabater o Carles Riera.

Es esta última petición la que parece haber encontrado la complicidad de ERC. Fuentes de la formación que preside Oriol Junqueras descartan por completo entregar el mando de la seguridad pública a los antisistema que, entre otras cosas, quieren suprimir los antidisturbios de los Mossos. Esquerra se hará con la Consejería de Interior, hasta ahora en manos de Junts per Catalunya, pero asumirá algunas de las peticiones de los anticapitalistas, como el revisar los protocolos de la policía.

La voluntad de ERC de ceder el bastión de mando del Parlament a la CUP, por eso, necesita del consenso con Junts per Catalunya. Los de Carles Puigdemont, que en la anterior legislatura permitieron que fuese Roger Torrent, de ERC, el que presidiera la cámara, creen que en esta ocasión les toca a ellos, ya que de formar gobierno no podrán asumir la Presidencia de la Generalitat. Aun así, en JXCat, no son especialmente optimistas con poder presidir el Parlament y por eso aún no han pensado en ningún nombre. Fuentes de la formación no descartan acabar apoyando la candidatura de la CUP si eso permite que su incidencia en el Govern sea mínima.

Los partidos con representación parlamentaria, que por primera vez en la historia democrática en Cataluña son nueve, deberán ponerse de acuerdo antes del día 12 en el reparto de los cargos de dirección del parlamento. En total son ocho las sillas a repartir, desde la Presidencia a las cuatro Secretarías, que se distribuyen en función de la representación parlamentaria. Con los resultados del 14 de febrero prácticamente sólo PSC, ERC, JXCat y Vox deberían optar a uno de los puestos de mando del legislativo. Sin embargo, los pactos entre partidos, harán que casi con total seguridad los de Ignacio Garriga queden fuera y en su lugar entre la CUP e incluso los Comunes.

Freno a Vox

En la segunda reunión de los equipos de negociación de ERC y la CUP los dos partidos independentistas han acordado impulsar en el Parlament un cordón antifascista contra los 11 diputados de Vox. Que sea la CUP quién presida el Parlament, pues, va en la línea de los partidos separatistas de arrinconar todo lo posible al grupo de GarrigaEntre otras cosas, los republicanos y los anticapitalistas, prevén aislarlos a la última fila del hemiciclo pese a ser el cuarto grupo de la cámara, dejarles sin representación en la mesa e impedirles presidir ninguna comisión.

Negociaciones complejas

En el mundo independentista reconocen que las negociaciones para acordar la composición de la mesa del Parlament y la formación del Govern, que van en paralelo, son complejas. Las del órgano de dirección de la cámara, además, una vez pactado el nombre de la persona que ocupe la presidencia, deberán acordar con el resto de partidos el reparto del resto de cargos. El PSC también quiere asumir la presidencia o, del contrario, optar a una de las vicepresidencias aunque, eso, dependerá de la voluntad de los partidos independentistas que tienen mayoría absoluta.

Los vetos cruzados entre los diferentes actores separatistas no hacen prever que Aragonès pueda lograr los apoyos para ser investido president de la Generalitat con cierta agilidad. El actual vicepresidente del Govern quiere presidir un gobierno amplio, del que formen parte ERC, JXCat, la CUP y los Comuns, pero ni a Junts ni a los dos partidos de izquierdas les gusta la idea de tener que compartir espacios de decisión. Todo apunta a que, como ya ocurrió hace tres años, los partidos llegarán al acto de constitución del Parlament con un acuerdo de mínimos.

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