Aragonès quiere romper con el legado de su antecesor: disuelve la policía patriótica que montó Torra

Pere Aragonès quiere romper con el legado de su antecesor, Quim Torra. El nuevo president de la Generalitat ha empezado a desmontar la estructura del anterior Govern, del que él formaba parte, disolviendo la policía patriótica que en su día creó Torra. Se trata de un grupo de 70 escoltas, todos agentes de los Mossos, que respondía únicamente a órdenes políticas del presidente catalán y el director de la policía, ambos de JXCat. Una área polémica ya que estos funcionarios de seguridad no obedecían órdenes del jefe del Cuerpo, el mayor Josep Lluís Trapero, y por tanto en caso de que un juez ordenase la detención de Torra o de cualquier miembro del Govern, estos no tenían por qué actuar, más bien al contrario, defenderían a la persona investigada.

Esta guardia pretoriana que se montó Quim Torra, y que desaparecerá tras el Consejo de Gobierno del próximo martes, empezó a funcionar en junio de 2019. La selección de los 70 agentes, entre los centenares que se presentaron, correspondió a cargos de confianza del presidente catalán. Entre otros motivos se preguntaba por su ideología política. Y es que el Área de Seguridad Institucional (ASI), como se bautizó, tenía un objetivo claro: tener un cuerpo de agentes al servicio del presidente de la Generalitat. Su objetivo era utilizar a los agentes que quieran defenderle voluntariamente para blindar su acceso al despacho presidencial si en alguna ocasión acudían a detenerle.

Varios sindicatos policiales y la oposición en Cataluña denunciaron que el proceso para seleccionar a los agentes que estarían bajo las ordenes directas de Quim Torra era completamente opaco. La Generalitat no publicó el listado de aspirantes seleccionados, cuya elección fue comunicada a través de una llamada telefónica a cada uno de ellos, para evitar así que se conociese quienes forman parte de este cuerpo ideológico. El nuevo consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, en su voluntad de reordenar la estructura de los Mossos y alejarles del ruido político, reconvertirá este grupo de escoltas únicamente al servicio de Torra en un grupo más amplio, en el que se prevén nuevas incorporaciones, y que dará servicio a todas las autoridades catalanas y a aquellas personas que los servicios de información o un juez consideren que su vida corre peligro.

Además, la nueva área de escoltas, de la que formará parte la unidad de protección a presidentes y ex presidentes, pero que ya no será un cuerpo de élite como hasta ahora, pasará a estar bajo la dirección operativa de los Mossos. El máximo responsable de estos agentes será Trapero y no el presidente de la Generalitat como hasta ahora. De esta forma, en caso de que Pere Aragonès cometa algún delito, como sus últimos tres antecesores, el mayor de los Mossos podrá ordenar a sus mismos escoltas que procedan a ponerle a disposición judicial.