Trona del bebé: Consejos para un uso seguro y responsable
Elegir la trona en función de su certificación y seguridad, son algunas de las claves para poder conseguir una trona para el bebé que sea adecuada.
A partir de la edad de seis meses, los bebés ya pueden comenzar a alternar la lactancia materna con otros alimentos, siempre bien triturados, de modo que puede que sea el momento de comprar una trona y para ello es importante saber cómo se usa y qué características debe de tener para que sea segura. Os hablamos a continuación de la trona del bebé, con consejos para un uso seguro y responsable.
Trona del bebé: Consejos para un uso seguro y responsable
La trona es la herramienta indispensable para que el niño coma en paz con sus padres, pero con la autonomía que necesita. Alrededor de los 6 meses de vida, el pequeño aprende a sentarse solo y la trona se volverá indispensable hasta los 36 meses, cuando será necesario recurrir a otras soluciones, como pueden ser por ejemplo los elevadores, de modo que al ponerlo encima de una silla, permita que el niño o niña llegue a la mesa sin problema.
Sello de calidad de la trona
Una de las cosas principales a la hora de elegir una buena trona, es que tenga la certificación garantizada por el marcado CE. Además, si compras por ejemplo una trona online que viene de Estados Unidos, es posible que te venga marcada además con la garantía JPMA que representa una garantía más de que el producto ha sido diseñado específicamente para su uso con niños. Por supuesto, nunca se debe dejar al niño solo mientras está en la tronar, ya que podría intentar salirse de ella y eventualmente caerse al suelo.
Versátil es mejor
La trona es sin duda un complemento importante para la alimentación diaria de tu bebé. Este artículo, de hecho, permite a los padres vivir el momento de la comida con total serenidad y tener al pequeño siempre bajo control cuando se encuentran en el entorno más temido de la casa: la cocina. La ventaja de esta herramienta es también la de poder utilizar la trona como sillón desde el que el pequeño observará a su madre y a su padre mientras preparan la comida del bebé, para no tener la preocupación de tener que estar demasiado atento a los movimientos del bebé.
Las opciones de asientos también incluyen con mayor frecuencia asientos reclinables que permiten que el pequeño tome una siesta o, viceversa, jugar con sus juguetes favoritos mientras espera la comida.
Los requisitos de seguridad
Además de los inevitables cinturones de seguridad, que deben ser completamente lavables, el asiento también requiere otras precauciones. En primer lugar, el separador de piernas debe estar presente para garantizar que el niño no se resbale accidentalmente debajo del asiento. La estabilidad es muy importante y para cumplir con este requisito, la base debe ser ancha y el centro de gravedad bajo.
Antes de proceder con la compra procede a un examen completo del producto elegido, probándolo y «agitándolo» para simular el movimiento de un niño. Si el modelo preferido es del tipo plegable, prueba el diseño del cierre midiendo que sea fácil de operar, a prueba de niños y resistente a golpes accidentales.
Ajustar la trona
Puedes elegir el modelo que prefieras eligiendo entre la trona fija y también las que llevan ruedas. El modelo con ruedas es sin duda una gran elección cuando se trata de trasladar a tu bebé de un lugar a otro de la habitación según sea necesario. Por supuesto, este modelo necesita una revisión adicional porque un requisito fundamental es el freno de rueda de seguridad para evitar accidentes o situaciones peligrosas.
La altura ajustable también es importante, especialmente si planeas usar la trona durante mucho tiempo, así, podrás gestionar las primeras comidas del bebé con mayor facilidad y ajustar la trona para aumentar la altura cuando el niño sea mayor.
Revisa bien antes de dar la comida al bebé
Antes de que te pongas a servir la comida a tu bebé, revisa los cinturones de la trona para asegurarte de que estén intactos, resistentes y, sobre todo, bien limpios. Fija bien el asiento asegurándote de que el separador de piernas esté colocado correctamente.
Elige un modelo lavable
Las tronas naturalmente se ensucian mucho, por lo que es fundamental elegir un modelo que se pueda lavar fácilmente. Los cojines, ni siquiera recordarlo, son la parte más delicada y su composición debe elegirse con cuidado: los de tela deben ser de una tela gruesa y resistente, mientras que los de vinilo, definitivamente los más higiénicos, debes asegurarte de que no tengan esquinas demasiado puntiagudas.
La bandeja ideal
La bandeja es una parte muy importante que, precisamente porque es muy manipulada, debe ser fácilmente lavable y fácil de usar. Después de comprobar que todas sus partes son redondeadas y que no hay bordes importantes en la superficie, asegúrate de que el niño no pueda quitarla fácilmente por sí mismo o que no se resbale.
Dado que a todos los niños les gusta jugar con la comida y los lanzamientos a menudo son inevitables, es una buena idea elegir una silla con bandeja de bordes altos para mantener la mayor cantidad de comida posible en la bandeja. Por supuesto, tu elección puede ser la de una bandeja que se pueda lavar en el lavavajillas, sin preocuparnos entonces de si se mancha o no.
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