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La razón por la que tu hijo no para de hablar justo antes de irse a la cama

Una psicóloga explica por qué tu hijo quiere hablar tanto antes de dormir y qué puedes hacer al respecto

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tu hijo hablar antes de irse a la cama
Blanca Espada

Hay un momento del día que muchos padres identifican con el hecho de tener un pequeño respiro: la hora de dormir. Sin embargo, cuando parece que todo está en calma y las luces están a punto de apagarse, los niños comienzan a hablar sin parar. Preguntas de todo tipo, historias de la escuela y recuerdos antiguos afloran en el último instante antes del sueño. Para algunos padres, esto puede parecer una estrategia para alargar el momento de irse a la cama, pero la realidad es mucho más profunda. Así lo ha revelado una psicóloga en redes, explicando la razón por la que tu hijo no para de hablar justo antes de irse a la cama.

Lejos de ser una simple excusa para mantenerse despiertos, la razón por la que tu hijo no para de hablar justo antes de irse a la cama responde a un proceso natural del cerebro infantil. Durante el día, los niños absorben una enorme cantidad de información, pero no siempre tienen la oportunidad de procesarla. En el silencio de la noche, cuando todo está tranquilo y sin distracciones, su mente finalmente encuentra el espacio para organizar y verbalizar lo vivido tal y como explica la psicóloga  Emilia Aguilar. Este comportamiento también está relacionado con la necesidad de seguridad. Para un niño, la noche representa una separación de sus padres y de su entorno seguro. Conversar antes de dormir les ayuda a reafirmar su vínculo y a disipar posibles inquietudes acumuladas durante el día. Pero, ¿cómo pueden los padres manejar estas charlas nocturnas sin frustración ni agotamiento?

¿Por qué tu hijo no para de hablar justo antes de irse a la cama?

Durante las horas de vigilia, los niños están en constante exploración y aprendizaje. Su cerebro actúa como una esponja, captando sonidos, imágenes, emociones y experiencias nuevas a cada instante. Sin embargo, la capacidad de procesar tanta información en tiempo real es limitada.

Según explica la psicóloga Emilia Aguilar en TikTok, cuando llega la noche, el cerebro necesita organizar lo aprendido, decidir qué recuerdos almacenar a largo plazo y qué descartar. Es en este momento cuando el hipocampo, la región encargada de gestionar la memoria, entra en acción. Justo antes de dormir, muchos niños sienten la necesidad de verbalizar sus pensamientos, como una manera de darle forma a su día.

No sólo procesan datos, sino también emociones. A veces, una preocupación que parecía insignificante durante el día se convierte en un tema importante en la noche. Por eso, es habitual que los niños aprovechen este momento para expresar miedos, inseguridades o inquietudes que no habían mencionado antes.

La necesidad de seguridad y la separación nocturna

Para un niño, dormir no es simplemente cerrar los ojos y descansar. Representa un periodo prolongado en el que estará separado de sus padres, lo que puede generar cierta ansiedad. Tal y como revela esta psicóloga, hablar antes de dormir les ayuda a reconfirmar que todo está bien y que su entorno sigue siendo seguro.

Este tipo de conversación también refuerza el vínculo afectivo con los padres. En un día lleno de actividades y distracciones, la noche puede ser el único momento en el que sienten que tienen toda la atención de sus figuras de referencia. Por eso, muchos aprovechan este tiempo para contar anécdotas, compartir secretos o simplemente expresar sus pensamientos más profundos.

Cómo gestionar estas conversaciones nocturnas sin frustración

Aunque este fenómeno es completamente natural, puede resultar agotador para los padres, especialmente después de una jornada larga. La clave está en encontrar un equilibrio entre validar la necesidad del niño y establecer límites saludables. Algunas estrategias que ofrece la psicóloga y que pueden ayudar son:

  • Validar sin entrar en crisis. En lugar de responder con un «¡A dormir ya!», intenta mostrar comprensión con frases como «Te escucho, es importante lo que dices». A veces, los niños solo necesitan compartir un pensamiento final para relajarse y conciliar el sueño con tranquilidad.
  • Establecer un límite sin culpa. Si ya estás agotado, puedes decirle: «Sigamos mañana, te lo prometo». Es fundamental cumplir la promesa y retomar la conversación al día siguiente, para que el niño no sienta que sus palabras fueron ignoradas.
  • Crear una rutina de descarga mental antes de dormir. Establecer un espacio breve antes de la hora de acostarse para hablar sobre el día puede ayudar a evitar que las conversaciones se alarguen demasiado en el momento de dormir. Un diario, un dibujo o unos minutos de charla programados pueden facilitar este proceso de manera organizada.
@criarsinmorirenelintento Respuesta a @Dai 🌺 📌 ¿Qué puedes hacer tú? 1️⃣ Valida sin entrar en crisis: En vez de tirarte al drama con un “¡YA, DUÉRMETE!”, prueba con un “Te escucho, es importante lo que dices.” A veces solo necesitan soltar la última info random del día para apagar el cerebro. 2️⃣ Ponle freno sin culpa: Si ya no das más, suelta un “Sigamos mañana, te lo prometo.” PERO OJO: si lo dices, lo cumples, porque si no, la próxima vez te arman una huelga nocturna. 3️⃣ Arma una rutina de “descarga mental” antes de dormir: Un ratito de charla o un diario donde puedan escribir/dibujar el resumen del día. Esto implica reprogramarte para que la rutina de noche no sea justo antes de la hora en que tienen que dormirse, sino un poquito antes. Así evitas que la conferencia TED suceda justo cuando quieres cerrar los ojos. 😴✨ Y recuerda: no es manipulación, es su cerebro acomodando el día. 💡Si me mandas un DM con la palabra CONVERSADOR te mando una lámina con el resumen de la info en este video. Pero ojo, tiene que ser un mensaje por DM, no comentario en el video, porque TikTok sólo me permite automatizar mensajes privados —— #crianzarespetuosa #criarsinmorirenelintento #sueñoinfantil ♬ sonido original – Emilia Aguilera – Psicóloga

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