Errores de los padres al enseñar disciplina

Para controlar el comportamiento de los niños, los padres deben aplicar la disciplina. Sin embargo, enseñar disciplina no es un asunto fácil. Se debe transmitir de la manera correcta y consistente para que los niños puedan entender su significado y que en definitiva a través de esta, sigan las normas impuestas. Veamos entonces qué errores cometen los padres al enseñar disciplina y qué se puede hacer para solventarlos.

Errores de los padres al enseñar disciplina

Muchas veces en la educación de los hijos se cometen errores y en el caso de la disciplina, es algo tan particular y tan delicado, que a veces los padres pasan por alto algunas actitudes o no saben qué pautas seguir para que su hijo o hija sea disciplinado/a y con ello que tenga un buen desarrollo emocional y mental.

Estos son los principales errores de los padres al enseñar disciplina:

Ser inconsistente

Como hemos mencionado, muchos padres y madres no saben cómo darles a los niños una guía clara, simple y realista sobre su comportamiento o no sabemos transmitirles qué esperamos de ellos, además de no ser consistentes a la hora de aplicar las reglas que hayas establecido. Por ejemplo: cuando les dices que laven los platos todos los días, pero no lo hacen, dales las consecuencias acordadas, como prohibirles leer su libro de cuentos favorito durante un tiempo determinado. No acabes lavando tú los platos pensando qué son pequeños o que es más fácil hacerlo tú para no discutir.

Hacer algo inapropiadamente

Al practicar la disciplina, los padres también deben ser disciplinados y comportarse de manera consistente. Si prohíbes tirar basura, también debes hacer lo mismo. Si el padre o madre rompe la regla frente a los niños, es mejor disculparse y explicar el porqué no has aplicado la norma o regla establecida.

Ayudar excesivamente a los niños

No seas excesivo/a en ayudar a tu hijo o hija cuando le estés enseñando disciplina. La ayuda excesiva obstaculizará el proceso de aprendizaje para ser independiente. Por ejemplo, cuando le estés enseñando a usar zapatos, no lo ayudes, aunque les lleve bastante tiempo. A pesar de que como padres tengamos la tentación de ayudar, es mejor confiar en sus posibilidades y dejar que lo haga por sí mismo.

Hablar demasiado sin actuar

Si los niños no hacen su tarea, avísales amablemente. No es necesario regañarlos hablando demasiado, ya que pueden confundirse con el punto del problema. Si no te gusta la actitud de tu hijo o hija hacia algo, da ejemplos de cómo deben comportarse. El consejo que le des debe complementarse con el mismo comportamiento y mostrárselo.

Pensar negativamente

Acostúmbrate a hablar con tus hijos de manera positiva. Adopta un enfoque positivo mostrándoles el comportamiento correcto. Por ejemplo, cuando los veas jugar con tijeras, en lugar de regañarlos, puedes hablarles con una oración positiva como, “No quiero que te lastimes al tocar este objeto afilado. Si necesitas usarlo, déjame ayudarte «.

Esperar demasiado

No asumas que tu hijo/a entenderá rápidamente lo que dices. Si violan las reglas que se han establecido, recuerda que debes seguir siendo justo en la situación. Concéntrate en enseñarles cómo deben comportarse. De hecho, esto no es algo instantáneo, debes repetir lo mismo para que ellos lo entiendan.