Displasia de cadera en los bebés: qué es, diagnóstico y tratamientos

La displasia en los bebés es una dolencia en las caderas que a veces pasa desapercibida a los padres ya que no suele causar dolor, de modo que debemos estar atentos y para ello, te ofrecemos toda la información sobre qué es la displasia de cadera infantil y qué diagnóstico y tratamiento tiene.

Displasia de cadera en los bebés: qué es, diagnóstico y tratamientos

Como ya hemos señalado, no causa dolor en el bebé y puede pasar desapercibida. Sin embargo, hay algunas señales que los padres pueden identificar que se relacionan con la displasia de cadera.

Los médicos u otros profesionales de la salud a menudo detectan la displasia de cadera cuando el bebé aún es un recién nacido y ocurre cuando la articulación de una de las caderas no se desarrolla como se supone.

En la articulación de las caderas sanas (articulación esférica), la cabeza del fémur (hueso del muslo) encaja perfectamente en la cavidad del hueso pélvico y se mantiene allí a través de los músculos y ligamentos. Cuando la cavidad es plana en lugar de redonda, se produce displasia de cadera y la cabeza femoral se desengancha constantemente, parcial o completamente, de esta cavidad.

Este problema puede afectar una o ambas caderas de su bebé, pero es más común en el lado izquierdo.

¿Qué causa la displasia de cadera?

Aunque no está claro qué causa la displasia de cadera, existen algunos factores que pueden aumentar su riesgo:

• Estar en posición pélvica antes del nacimiento, es decir, con la cabeza hacia arriba, no hacia abajo.
• Ser mujer
• Existencia de casos en la familia (aumenta el riesgo en doce veces)
• Envolver al bebé con mucha fuerza y ​​/ o con las piernas estiradas y apretadas una contra la otra. Cuando envuelvas a tu bebé, ten cuidado de hacerlo para que se pueda doblar y patear
• Estar demasiado apretado en el útero, lo cual es más común en los embarazos tempranos cuando el útero está más apretado o cuando hay menos líquido amniótico.
• Tener otras condiciones de nacimiento causadas por su posición en el útero, como rigidez en el cuello o pie zambo
• Puede ser causada por las hormonas que la madre libera para relajar los ligamentos al nacer, lo que hace que las caderas del bebé se vuelvan más flexibles y se estiren durante el parto.

Signos y diagnóstico de displasia de cadera en el bebé

Debido a que no causa dolor en el bebé y generalmente no evita que el niño camine a la edad en que es más común, la displasia de cadera puede ser difícil de detectar. Durante las consultas de rutina para bebés o niños, pude ser bueno que el médico tratante busque signos tales como:

• Pliegues irregulares (asimetría del pliegue) en el área del pliegue inguinal o entre un muslo y otro
• Dificultad para mover las piernas normalmente y restricción del movimiento de una pierna en cambio de pañal (dificultad para abrir las piernas)
• Pies hacia afuera
• Que el bebé arrastre una pierna mientras gatea
• Que el bebé camine de puntillas
• Una pierna se ve más larga que la otra.
• Aprenda a caminar o sentarse más tarde de lo esperado
• Inclinación hacia un lado cuando está parado o caminando
• Tambaleo
• El médico también examinará al bebé manipulando las articulaciones de la cadera, lo que no le causará ninguna molestia, para detectar problemas.

Cuando hay displasia de cadera, es posible sentir el rebote al mover las piernas. Si es necesario, el especialista también puede ordenar una ecografía. Esta prueba es inofensiva sin ninguna radiación y brinda información muy consistente sobre la cadera de su bebé.

Tratamiento para la displasia de cadera

Cuando se detecta displasia de cadera al nacer, es posible que tu bebé necesite usar una férula para separar sus piernas. Existen varios dispositivos y el más común es un arnés de correas que sujetan las caderas del bebé en una posición estable y que el bebé debe llevar de seis a doce semanas. Durante este tiempo, el bebé estará acompañado por su médico tratante, quien realizará ajustes en el dispositivo para controlar el progreso del niño. Este tratamiento debería ayudar a la cadera a reposicionarse normalmente sin retrasar el desarrollo del bebé.

Sin embargo, si la cadera todavía está parcial o completamente dislocada, puede ser necesario enlucir para estabilizar el área o someterse a una cirugía para colocar el fémur en su lugar. La cirugía se realiza cuando otros métodos no funcionan o el bebé tiene más de seis meses.

Después del tratamiento, las caderas del bebé deben desarrollarse normalmente, especialmente si se hace temprano.

Sin tratamiento, la displasia de cadera en su bebé puede ocasionar problemas más adelante cuando el niño crezca como dolores en la cadera (especialmente durante la adolescencia), cojera, dolor y rigidez en las articulaciones o menos agilidad.