Salud

Cuántos lavados nasales hacer al día a bebés y niños

Todos los beneficios de los lavados nasales en los niños y cómo hacer

5 tips para realizar lavados nasales

lavados nasales
Los lavados nasales en niños: beneficios y cómo hacer
Blanca Espada

Los lavados nasales son una práctica muy útil para mantener la salud y el bienestar de los más pequeños de la casa. Consisten en aplicar una solución salina en las fosas nasales para limpiarlas de mucosidad, polvo, alérgenos y otros agentes irritantes. Los lavados nasales pueden ayudar a prevenir y aliviar diversas afecciones respiratorias, como el resfriado común, la sinusitis, la rinitis alérgica o la otitis.

Además, pueden mejorar la respiración, el olfato, el sueño y el estado de ánimo de los niños. A continuación te explicamos los beneficios de los lavados nasales para niños, cuántos lavados nasales hacer al día en bebés y niños y cómo hacer lavados nasales para niños de forma correcta y segura.

Beneficios de los lavados nasales para niños

Los lavados nasales tienen múltiples beneficios para la salud de los niños, tanto a nivel preventivo como terapéutico. Algunos de estos beneficios son:

  • Hidratan la mucosa nasal: La mucosa nasal es la capa que recubre el interior de la nariz y que tiene la función de filtrar, humidificar y calentar el aire que respiramos. Los lavados nasales ayudan a mantener la mucosa nasal hidratada y elástica, lo que favorece su función protectora y evita que se reseque y se irrite.
  • Limpian las fosas nasales: Los lavados nasales eliminan el exceso de mucosidad y las partículas que se acumulan en las fosas nasales, como el polvo, el polen, los ácaros o los virus. De esta forma, se evita que estas sustancias obstruyan la nariz, dificulten la respiración y provoquen infecciones o inflamaciones.
  • Previenen y alivian las afecciones respiratorias: Los lavados nasales son un buen complemento para prevenir y tratar las enfermedades respiratorias más frecuentes en los niños, como el resfriado, la gripe, la sinusitis, la rinitis alérgica o la otitis. Los lavados nasales reducen la congestión nasal, facilitan la eliminación de los gérmenes, disminuyen la inflamación y el dolor, y mejoran la oxigenación y la calidad de vida de los niños.
  • Mejoran la respiración: Los lavados nasales permiten que los niños respiren mejor por la nariz, lo que es fundamental para su salud y su desarrollo. La respiración nasal es más eficiente que la bucal, ya que el aire entra más limpio, húmedo y templado a los pulmones. Además, la respiración nasal estimula el crecimiento de los huesos faciales y previene los problemas dentales y posturales.
  • Mejoran el olfato: Los lavados nasales también contribuyen a mejorar el sentido del olfato, que está íntimamente relacionado con el gusto y el apetito. Al limpiar las fosas nasales, se eliminan los obstáculos que impiden que los olores lleguen a los receptores olfativos. Así, los niños pueden disfrutar más de los sabores y las texturas de los alimentos, y tener una alimentación más variada y equilibrada.
  • Mejoran el sueño: Los lavados nasales pueden mejorar la calidad del sueño de los niños, especialmente si sufren de apnea del sueño, ronquidos o respiración bucal. Los lavados nasales despejan las vías respiratorias, facilitan la respiración nasal y evitan los ruidos y las interrupciones del sueño. Un buen sueño es esencial para el crecimiento, el aprendizaje y el bienestar de los niños.
  • Mejoran el estado de ánimo: Los lavados nasales también pueden tener un efecto positivo en el estado de ánimo de los niños, ya que al respirar mejor se liberan endorfinas, las hormonas de la felicidad. Los lavados nasales pueden ayudar a reducir el estrés, la ansiedad, la irritabilidad y la depresión, y a aumentar la autoestima, la confianza y la alegría de los niños.

Cuántos lavados nasales hacer al día en bebés y niños

La frecuencia de los lavados nasales depende de la edad, el estado de salud y el objetivo de los mismos. En general, se recomienda hacer los lavados nasales una o dos veces al día, preferiblemente por la mañana y por la noche, para mantener la higiene nasal y prevenir las afecciones respiratorias.

Sin embargo, si el niño tiene síntomas de congestión nasal, secreción nasal, estornudos, tos o fiebre, se puede aumentar la frecuencia de los lavados nasales hasta cuatro o cinco veces al día, para aliviar las molestias y favorecer la recuperación.

En cualquier caso, es importante consultar con el pediatra antes de iniciar los lavados nasales, especialmente en los bebés menores de seis meses, para que indique la dosis, la técnica y la duración adecuadas.

Cómo hacer lavados nasales para niños

Los lavados nasales para niños se pueden hacer con diferentes dispositivos, como jeringas, sprays, irrigadores o aspiradores nasales. El más recomendado es el spray, ya que es el más fácil de usar, el más cómodo para el niño y el que mejor controla la presión y el volumen de la solución salina. La solución salina se puede comprar en la farmacia o preparar en casa, disolviendo una cucharadita de sal en un litro de agua hervida o embotellada. Los pasos para hacer los lavados nasales para niños son los siguientes:

  • Colocar al niño sentado o tumbado con la cabeza ligeramente inclinada hacia un lado.
  • Introducir la boquilla del spray en una de las fosas nasales y presionar suavemente para que salga la solución salina. La solución salina debe entrar por una fosa nasal y salir por la otra, arrastrando la mucosidad y las impurezas.
  • Repetir el proceso con la otra fosa nasal, cambiando la inclinación de la cabeza.
  • Limpiar la nariz del niño con un pañuelo o una gasa, o ayudarle a sonarse si sabe hacerlo.
  • Limpiar y secar el spray después de cada uso.

Los lavados nasales para niños son una práctica sencilla, segura y eficaz para cuidar la salud nasal y respiratoria de los más pequeños. Sin embargo, es importante hacerlos correctamente y seguir las indicaciones del pediatra, para evitar posibles complicaciones o efectos adversos.

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