Cómo elegir un extractor de leche
Elegir un extractor de leche puede resultar complicado. La lactancia materna es una decisión personal que necesita una preparación y herramientas.
Elegir un extractor de leche puede resultar complicado. La lactancia materna es una decisión personal, optar por darle el pecho a nuestro bebé es un placer y una obligación que no siempre podremos realizar. Habrá días en los que tendremos que volver a la rutina o momentos en los que deberemos guardar la leche para poder alimentarlo cuando no estemos presentes. Ese instante en el que te encierras en el baño de la oficina para poder retirar la leche, puede ser mucho menos traumático con el extractor correcto. Existe tanta variedad que toda mujer debe poder elegir el mejor, toma nota de estos consejos.
Pasos para elegir un extractor de leche
- Según los expertos hasta los seis meses es recomendable dar el pecho, un tiempo que nada tiene que ver con las bajas de maternidad que en general terminan antes. En la lista del bebé es imprescindible si tenemos clara la decisión de darle el pecho, anotar un sacaleches adecuado. Esta herramienta nos permitirá seguir dándole a nuestro hijo lo mejor.
- Escoger entre manual o eléctrico será el primer paso. Esta forma de proceder tiene sus pros y contras. El manual es muy ligero, no hace nada de daño y es, en general, cómodo de usar, pero tiene un inconveniente es muy lento. Si retiramos la leche en casa, es perfecto, podemos ir haciendo con calma. El eléctrico tiene una capacidad de succión similar a la del bebé, es mucho más rápido y eficaz. El problema es que suele ser molesto, no es recomendable para madres primerizas.
- Debe ser ligero y fácil de transportar. Tendremos que cargar con el succionador de leche varios días o meses, es importante que tenga un tamaño reducido y que podamos llevarlo a cualquier parte sin que nos moleste demasiado. Optar por un modelo discreto puede ser necesario si pasamos mucho tiempo fuera de casa.
- Son herramientas delicadas que deberán adaptarse a nuestro ritmo de vida. El succionador al principio puede ser molesto, pero a medida que vayamos utilizándolo nos acostumbramos a él. El hecho de que sea eléctrico lo convierte en mucho más rápido y a veces, necesitamos poder continuar con nuestra atareada vida lo antes posible.
- Para usar el extractor de forma ocasional, si tenemos claro que ya queremos dejar de darle la leche o no tendremos la voluntad suficiente para seguir haciéndolo, lo mejor es optar por uno manual. Menos invasivo y mucho más cómodo de utilizar.
Solo nos quedará ponernos manos a la obra en busca de ese succionador de leche ideal que nos permitirá volver a nuestra rutina laboral de la mejor manera posible.
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