¿Qué es el calostro?
Si te encuentras esperando tu primer hijo, es fundamental que te pongas al día en cuanto a vocabulario y términos relacionados con el embarazo, el parto y el postparto. Por eso, ahora queremos ayudarte. De ahí que vayamos a presentarte lo que se da en llamar calostro.
¿Quieres saberlo todo sobre ese elemento? A continuación, te lo contamos.
¿Qué es el calostro?
Como bien sabrás, durante el periodo de gestación la mujer va preparando su cuerpo para la llegada del bebé. Eso supone que su vientre crezca, que tenga que experimentar ciertos síntomas como las náuseas y que sus pechos aumenten de volumen. Esto último es debido, entre otras cosas, al hecho de que empiezan a ir adecuándose para producir leche, con la que se alimentará el pequeño, sobre todo, durante sus primeros meses de vida.
Cuando el alumbramiento tiene lugar, la ya mamá tiene que darle el pecho a su hijo y curiosamente la primera leche que este tomará es la que se da en llamar calostro. Se identifica por tener una apariencia amarillenta, debido al betacaroteno que posee, y también por ser espeso.
Beneficios del calostro para el bebé
El citado calostro, que no es especialmente abundante y que suele producirse únicamente en las primeras 72 horas después del parto, es realmente beneficioso para el recién nacido. Es muy importante que lo tome por las ventajas que le aporta, entre las que podemos destacar las siguientes:
- Es muy rico en inmunoglobulinas, que son las encargadas de ofrecer una magnífica protección al pequeño contra infecciones y enfermedades.
- De la misma manera, en esos instantes iniciales de vida, el calostro le va a aportar al niño las vitaminas y minerales que necesita.
- Ayuda a activar lo que es el sistema inmunitario del pequeño.
- Para muchos profesionales del área sanitaria, se puede decir que el calostro viene a ser casi como si fuera la primera vacuna que recibe el bebé nada más venir al mundo.
- Cuenta con unas propiedades laxantes innegables, lo que permitirá que el pequeño no tarde en defecar. Como ya sabrás, en unos primeros momentos las heces del bebé serán lo que se conoce como meconio, que tiene un color muy negro y que es realmente pegajoso.
La transformación del calostro
Hay que tener en cuenta que, como hemos citado, entre las 48 y las 72 horas posteriores al parto, el calostro dejará ya de producirse. Así, pasará a transformarse en la leche materna como tal, se producirá la bajada de esta que es la que se convertirá desde entonces, y durante varios meses, en el primer sustento importante del pequeño. Será el producto que le hará crecer sano y también muy fuerte.
De la misma manera, hay que tener en cuenta un dato que no todo el mundo sabe. En concreto, nos referimos al hecho de que el calostro puede sufrir cambios si el parto ha sido con cesárea. Exactamente, lo que queremos manifestar con esto es que cuando el alumbramiento ha sucedido de esa manera, puede producirse que la leche materna tarde algo más en hacer acto de presencia. Es decir, que puede tardar en aparecer unas 24 horas más tarde de las indicadas para un alumbramiento que ha tenido lugar de manera natural.
Otros datos interesantes
Además de todo lo que te hemos expuesto sobre el calostro, hay otra serie de informaciones que quizás te puedan resultar muy interesantes acerca del mismo. Entre las más significativas se encuentran las siguientes:
- Hay numerosas mujeres que son ya capaces de generarlo durante lo que es el periodo de gestación. Tanto es así que se percatarán de eso porque verán cómo de sus pechos emana una sustancia amarillenta y viscosa. Es más, hay embarazadas que a los cuatro meses de estarlo ya empiezan a producirlo.
- Lo recomendable, según numerosos profesionales médicos, es que la parturienta dé el pecho al recién nacido en la primera hora de vida. ¿Por qué? Porque se considera que el calostro que tome le resultará realmente beneficioso.
- En los días en los que se produce ese alimento inicial, lo habitual es que en cada succión el bebé no obtenga más de 20 cc del mismo. Y es que, como ya hemos expuesto, es realmente escaso.
- En algunas mujeres el aspecto del calostro puede ser blanco o incluso dorado.
- Ciertos estudios y análisis singulares en torno al producto que nos ocupan vienen a dar cifras realmente curiosas. En concreto, hubo uno que determinó que, si el mismo se produjera de manera artificial con la acción del hombre y con todas sus propiedades, tendría un coste elevado. Se calcula que costaría unos 90 euros cada 28 gramos.