Sucesos

Fuga de película en Palma: una conductora cuadruplica la tasa de alcohol y provoca un choque

La prueba de etilometría confirmó que la mujer arrojó un resultado de 1,01 mg/l

Fuga película Palma alcohol
La Unidad de Atestados de la Policía Local realizando la prueba de alcoholemia a la imputada.
Julio Bastida

Llevaba una cogorza monumental, cogió el coche y protagonizó una espectacular persecución por las calles de Palma. La madrugada del pasado 20 de noviembre dejó una escena digna de un thriller policial en las calles de Palma, cuando una mujer de 30 años protagonizó un episodio de auténtico riesgo al volante: circuló en sentido contrario, obligó a otro conductor a realizar una maniobra extrema para evitar una colisión frontal, provocó un impacto lateral y después huyó del lugar como si nada hubiera ocurrido.

Todo empezó a las 03:15 h, cuando el silencio habitual del camí Vell de Bunyola se rompió con un golpe seco y el chirrido de los frenos. La conductora, que más tarde daría una tasa de alcohol cuatro veces superior al límite legal, avanzaba por el camí Salard en sentido contrario, convirtiendo la vía en una auténtica trampa mortal.

El otro conductor, sorprendido por el vehículo que se le venía encima, tuvo que desviarse de manera brusca para evitar un choque frontal que pudo haber terminado en tragedia. Pese a la maniobra evasiva, los coches llegaron a rozarse violentamente, generando un impacto lateral que dejó claro que algo iba terriblemente mal.

Lejos de detenerse, la mujer emprendió la huida, iniciando un breve pero intenso seguimiento por parte del otro conductor implicado, quien decidió no perderla de vista. La persecución terminó poco después en el camí Vell de Bunyola, donde finalmente logró que la implicada se detuviera, justo antes de la llegada de los agentes de la Unidad de Vehículos de Accidentes (UVAC) de la Policía Local.

Cuando los agentes se aproximaron, la situación no dejó lugar a dudas: la mujer mostraba claros síntomas de embriaguez, tambaleos, olor a alcohol y dificultad para articular frases coherentes. La prueba de etilometría confirmó lo que ya era evidente: 1,01 mg/l, una cifra que cuadruplica el máximo permitido y que convierte el episodio en un caso grave contra la seguridad vial.

Los policías informaron a la conductora de que pasaba a estar investigada —aunque no detenida—, y trasladaron todas las diligencias a la Sala de Atestados, que ya ha remitido el caso al Juzgado de Instrucción de Guardia.
La investigación continúa, mientras los vecinos de la zona no dejan de comentar el susto que pudo acabar en una tragedia mayor.

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