El estadio Lluís Sitjar como nunca lo hubieras imaginado

El Lluís Sitjar como nunca lo hubieras imaginado. Han aparecido unas imágenes inéditas del estadio que albergó partidos del Mallorca durante 54 años, desde 1945 hasta 1999, Son tomas aéreas, coloreadas, en las que se aprecia por primera vez cuál era su situación en la ciudad en el momento de su inauguración en septiembre de 1945, cuando el solar en el que se ubicaba pertenecía al extrarradio de Palma, en lo que entonces era la barriada de Es Fortí. Así se llamó originalmente, de hecho, al campo de fútbol que sustituyó al de Buenos Aires, que había acogido los partidos del Alfonso XIII, el predecesor del Mallorca, desde la fundación del club en 1.916.

Las imágenes constituyen un documento histórico de máxima relevancia porque sirven para entender cómo era la ciudad en 1945 cuando se inauguró el nuevo estadio, con la II Guerra Mundial recién terminada y con España rehaciéndose de una dolorosa Guerra Civil que había dejado enormes fracturas sociales y económicas. En las imágenes se puede ver el velódromo de Tirador, el campo de fútbol del Rafael Puelles y, sobre todo, se aprecia la importancia de la puerta de entrada de la calle Gómez Ulla, que durante muchos años fue la principal vía de acceso al recinto. Esa puerta es lo único que queda actualmente de lo que fue el terreno de juego del Real Mallorca durante más de medio siglo.

En 1944, tras consumarse el ascenso a Segunda División, la directiva presidida por Lluís Sitjar obtuvo una opción de compra sobre los terrenos de Es Fortí y Sa Sini d’en Gil, situados en las proximidades del velódromo de Tirador, con el objeto de construir el campo que sustituyera a Buenos Aires, que se había quedado ya caduco. Una mínima distancia separaba a los dos terrenos de juego, ya que Buenos Aires se encontraba ubicado en lo que ahora es la calle General Riera.

A fina de acometer la construcción, el Mallorca emitió cuatrocientos títulos de propiedad a 5.000 pesetas cada uno (30 euros) que daban derecho a un asiento en propiedad en la tribuna preferente del nuevo estadio. Se permitía el pago a plazos, pero la respuesta popular no fue lo mayoritaria que se esperaba y el club se vio obligado a aumentar la emisión de títulos a 666 y rebajar la cuota de pago a 3.000 pesetas (18 euros). El 26 de noviembre de 1944 se presentó la maqueta del nuevo estadio, que sería construido por el arquitecto Carlos Garau.

Diez meses más tarde, el 22 de septiembre de 1945, superados los aumentos de coste de las obras gracias al mallorquinismo del contratista Bernat Salvà, que accedió a quedarse a cambio con parte de los terrenos de Sa Riera, Es Fortí fue solemnemente inaugurado por el canónigo Espases en representación del obispo de Mallorca. Al día siguiente albergó su primer encuentro oficial, un choque de Segunda División ante el Jerez que acabó con victoria 3-0 de los mallorquinistas. Miquel Sans fue el autor del primer gol. Diez años más tarde, en 1955, se le cambió el nombre a Lluís Sitjar en homenaje al antiguo presidente, que se encontraba en aquel momento en un precario estado de salud. Fallecería a los 56 años, unos meses más tarde.

El Lluís Sitjar fue testigo del primer ascenso del Mallorca a Primera División en 1960, así como también de gestas como la clasificación para las finales de las Copas del Rey de 1991 y 1998, la Supercopa de 1999 o la semifinal de la Recopa de 1999. Ese mismo año cerró sus puertas para el primer equipo, aunque siguió operando como terreno de juego del filial, el Mallorca B, hasta 2007. Fue derruido en 2014 y el solar es de titularidad municipal desde este año, tras haber llegado a un acuerdo el Ayuntamiento con sus copropietarios.