El Consell debatirá una propuesta para conservar el convento de Montesión y evitar que tenga uso turístico

La iniciativa de Més pretende "salvaguardar el patrimonio inmaterial vinculado a la historia del templo, el convento y el colegio"

Montesión
Los representantes de Més junto a la iglesia de Montesión.
Miquel Ángel Font

El pleno del Consell de Mallorca debatirá este jueves una moción registrada por Més per Mallorca por la que piden proteger tanto el espacio arquitectónico de Montesión como sus bienes inmuebles y evitar que tenga usos turísticos o similares. Según ha indicado el partido este lunes en un comunicado, la intención es salvaguardar el patrimonio inmaterial vinculado a la historia del templo, el convento y la escuela, y evitar que en un futuro acabe teniendo usos turísticos.

Cabe recordar que la moción ya se aprobó en el pleno del Ayuntamiento de Palma y ahora se quiere dar un paso más para garantizar la protección total del edificio, han remarcado desde Més.

El portavoz de la formación en el Consell, Jaume Alzamora, ha lamentado que se ha retrocedido en lo que debía ser un proyecto de conservación integral y que contaba con la creación de un espacio museístico que explicaba la historia del centro. Debía incluir también un espacio de residencia para personas mayores que albergase a los propios jesuitas que todavía viven ahí, dando también cabida a otros usuarios, con prioridad de vecinos de la barriada.

Ahora, sin embargo, «el espíritu del proyecto inicial se ha convertido en un posible proyecto inmobiliario que puede hacer cambiar el sentido», ha avisado Alzamora.

«Ha habido un cambio importante en el proyecto global» de rehabilitación del conjunto de la parroquia y el convento, que «ocupan un espacio relevante dentro del centro histórico de la ciudad de Palma, tan valorado por los inversores inmobiliarios», ha agregado el portavoz.

Por tal motivo, la formación ha querido que el Consell inicie el expediente para proteger todo el complejo y evitar que se acabe convirtiendo en un proyecto inmobiliario vinculado al sector turístico «como ha pasado con otros edificios históricos», ha concluido Alzamora.

Las quejas y preocupaciones de Més sobre el futuro del convento se suman a las expresadas por la Asociación de Antiguos Alumnos de Montesión que acusa a la dirección de la Compañía de Jesús, propietaria del colegio, el convento y el claustro, ubicados en pleno casco antiguo de Palma, de menospreciar la opinión de los ex alumnos del centro. 

En un comunicado, los Antiguos Alumnos denunciaban recientemente que la Compañía de Jesús considera que la opinión de los ex alumnos «no cuenta» y que creen que «los Antiguos Alumnos no formamos parte de las decisiones de la Compañía y que por tanto debemos estar callados y asumir sus decisiones».

Los antiguos alumnos del centro recuerdan que «movidos por el amor, cariño y agradecimiento que tenemos al Colegio de Montesión, nos movilizamos exigiendo a la Compañía de Jesús que se replantease esta locura que dejaba a Palma sin el elemento distintivo de la Compañía desde 1561, en aras de una pura operación inmobiliaria».

La historia se remonta a hace cuatro años cuando se presentó el denominado Plan Montesión. Tanto la iglesia de Montesión como el claustro y la parte más antigua del convento y del colegio presentan deficiencias arquitectónicas y requieren una restauración.

La Compañía de Jesús fue advertida del mal estado de todo el conjunto histórico precisamente por la Asociación de Antiguos Alumnos. La dirección de los jesuitas se hizo cargo de la situación y lanzó el Plan Montesión que consistía básicamente en el cierre del colegio, el más antiguo de la compañía en todo el mundo, y la cesión de la iglesia y la mayor parte del convento por un periodo de setenta años a una empresa privada para crear una residencia asistida de personas mayores.

A cambio de la cesión de todo el conjunto de 9.000 metros cuadrados, la empresa privada asumía la restauración de todo el conjunto histórico, incluido el claustro, la iglesia y las partes más antiguas del convento y el colegio.

En el proyecto inicial se contemplaba reservar una parte del recinto a la comunidad de los jesuitas. Nada se dijo entonces de cerrar el convento y enviar los padres a la península.

Primera sorpresa: el cierre del convento

La sorpresa llegó a principios de junio cuando el padre provincial, Enric Puiggròs, se desplazó a Palma para comunicar a los diez padres jesuitas que debían abandonar Mallorca y trasladarse a la península. El cierre del convento está previsto para mediados de septiembre.

La reserva de una espacio para la comunidad de padres jesuitas de Mallorca, además, ha desaparecido misteriosamente del proyecto de reforma del denominado Plan Montesión. Para la dirección de la Compañía de Jesús ya no hay marcha atrás y los diez padres deben abandonar el convento. Esta misma semana se les comunicará su nuevo destino.

La noticia del cierre del convento causó estupor y sorpresa entre los jesuitas de Mallorca aunque ahora la dirección de la compañía les ha prohibido manifestarse contra la clausura de un convento con casi cinco años de historia.

Segunda sorpresa: la cesión de la iglesia

La segunda sorpresa, conocida también el pasado mes, fue que el proyecto del Plan Montesión ya no es construir una residencia de mayores sino que se pretende dar al conjunto históricos un uso residencial.

Se abren así las puertas a su reconversión en un hotel. Sorpresa también ha sido que a la empresa privada, concretamente Víctor Madera, consejero delegado de Quirón, se le cede también la iglesia de Montesión, el claustro y toda la parte museística. En definitiva, que no queda nada en manos de los jesuitas.

Tercera sorpresa: traslado de San Alonso

Y no acaban aquí las sorpresas. Ahora se ha confirmado que el cuerpo de San Alonso Rodríguez, expuesto en una capilla de la iglesia de Montesión, será trasladado a la Catedral a propuesta del obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull.

La idea que se ha vendido es que el cuerpo de San Alonso estará en la catedral mientras duren las obras de reforma de la iglesia de Montesión. Sin embargo, es difícil imaginar que una vez acabada la reforma los restos de San Alonso regresen a una iglesia de Montesión en manos privadas y sin jesuitas.

San Alonso Rodríguez fue nombrado Santo Patrono de Mallorca en 1633. Fue beatificado en 1825. Su canonización tuvo lugar el 6 septiembre de 1888.

Alonso Rodríguez nació en Segovia en 1533. Estaba casado y era padre de familia. Al quedarse viudo solicitó a los jesuitas que lo aceptaran en su comunidad, pero no fue admitido debido a que ya bordeaba los 40 años de edad, y tampoco tenía estudios en las ciencias y las humanidades. Sin embargo, el superior cambió de parecer, y lo aceptó como hermano lego, y sería ésta la profesión que lo llevaría a la santidad.

Los superiores lo enviaron a la isla de Mallorca como portero del colegio de los jesuitas de Montesión, y de todos los amigos que San Alonso tuvo mientras fue portero, destaca San Pedro Claver.

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