Arrasate despierta las primeras dudas en el Mallorca

Su posición era firme y segura en la primera vuelta, pero la percepción ha cambiado. Jagoba Arrasate despierta las primeras dudas en el Mallorca y ya hay sectores en el club que empiezan a pensar que haberle firmado tres años de contrato fue un error. Al técnico se le ha caído por completo el equipo en la segunda vuelta y se le acusa de haber perdido autoridad en el vestuario ante los pesos pesados. Con toda seguridad seguirá en el banquillo en el arranque del curso 25-26 salvo que él decida lo contrario, pero lo que parecía todo un acierto se ha convertido ahora en un mar de sospechas.

El arranque del ex entrenador de Osasuna en el Mallorca no pudo ser más positivo. Para empezar, un empate ante el Real Madrid, y aunque luego llegaron un par de resultados negativos, lo cierto es que la primera vuelta fue espectacular, llegándose a Navidad con 30 puntos, en posiciones europeas e incluso muy cerca de la Champions. El idilio estaba siendo absoluto.

Sin embargo la marea cambió por completo con el arranque de 2021. El Mallorca fue goleado por un Segunda RFEF, el Pontevedra, en su primera eliminatoria de Copa, y luego pasó sin pena ni gloria por la Supercopa en Arabia. A partir de ahí ha ido sobreviviendo en la Liga, pero a años luz de las buenas sensaciones que dejó en la primera parte de la temporada, hasta acabar convirtiéndose en un equipo plano y con muchos defectos que ha pedido a gritos que acabara la Liga, con sus opciones europeas convertidas más en una ilusión que en una realidad.

Los desplantes que le han dirigido públicamente varios jugadores -con Samú Costa y Larin a la cabeza- delatan un problema de falta de autoridad que el club debe estudiar cuanto antes. En el vestuario, además, le acusan de ponerse de perfil ante las reivindicaciones de algunos futbolistas, tanto ante los que han pedido directamente más protagonismo, como es el caso de Abdón, como los que han manifestado su descontento con su situación contractual, como los dos porteros Leo Román y Greif.

Arrasate seguirá con mando en plaza, pero muchas cosas deben cambiar en el arranque de la próxima temporada o esto corre peligro de derrumbe. Es necesario un periodo de reflexión por parte de todos, comenzando por el propio técnico vasco y su relación con el club y con el vestuario.